Nadadora

[Ramón Carballal]

Y bue... ní qué decir. Uno cuando te lee es quien nada en los espejos que son tus palabras. Precioso reccorido líquido y humedo. Un beso bien grande.

Un beso, Alejandra, y siempre gracias por leerme y comentar.

[Ramón Carballal]

Una maravilla. Me gusta ese enfoque que más que en espejos, yo diría que se posa en espejismos. Un deleite amigo. Genial

Un beso

Eres muy amable, Rosario. Te doy las gracias y te mando un beso grande.

[E. R. Aristy]

Siempre pensé que en tu espalda morirían olas.

Acostúmbrame al insomnio de una luz ambigua,
y a los grandes carteles, porque mi delirio es una autopista
que recorre esquinas, y ama el verde imaginado de los cielos.

Mientras tu sonrisa trataba de esconder el pliegue de tus senos
-la gruta de un sueño-, aquel mito(pues era un mito el acantilado
blanco en la memoria)volvía a pegarse a tus arenas,
y fue como regresar a tu cuerpo sin heridas
verte a contraluz, en el océano manso,
nadar sobre espejos.

Me maravillan y deleitan tus imágenes. Un poema redondo cuya cadencia interna mece y estremece.

[Ramón Carballal]

Siempre pensé que en tu espalda morirían olas.

Acostúmbrame al insomnio de una luz ambigua,
y a los grandes carteles, porque mi delirio es una autopista
que recorre esquinas, y ama el verde imaginado de los cielos.

Mientras tu sonrisa trataba de esconder el pliegue de tus senos
-la gruta de un sueño-, aquel mito(pues era un mito el acantilado
blanco en la memoria)volvía a pegarse a tus arenas,
y fue como regresar a tu cuerpo sin heridas
verte a contraluz, en el océano manso,
nadar sobre espejos.

Me maravillan y deleitan tus imágenes. Un poema redondo cuya cadencia interna mece y estremece.

Gracias, Era, me alegra que te guste el poema. Un abrazo.

[carmen iglesia]

Siempre es un placer regresar a este poema... De mis favoritos, ya lo sabes.

Un beso grande,

Carmen

[Ramón Carballal]

Siempre es un placer regresar a este poema... De mis favoritos, ya lo sabes.

Un beso grande,

Carmen

Gracias, Carmen, por estar siempre ahí. Muchos besos.

[Raúl Castillo]

Imagenes para recordar, las de los dos ultimos versos, sin desmerecer el resto, sencillamente cautivadoras! Siempre se aprende al abrir una de tus ventanas hermano...

Un fuerte abrazo hasta tu lugar del mundo.

[Ramón Carballal]

Imagenes para recordar, las de los dos ultimos versos, sin desmerecer el resto, sencillamente cautivadoras! Siempre se aprende al abrir una de tus ventanas hermano...

Un fuerte abrazo hasta tu lugar del mundo.

Gracias, Raúl, por detenerte aquí y comentar. Un abrazo.

[Pilar Morte]

Un precioso poema. Felicidades
Un abrazo
Pilar

[Ramón Carballal]

Un precioso poema. Felicidades
Un abrazo
Pilar

Gracias, Pilar, por dejar tu huella aquí. Un abrazo.

[Emilio Aparicio]

Siempre pensé que en tu espalda morirían olas.

Acostúmbrame al insomnio de una luz ambigua,
y a los grandes carteles, porque mi delirio es una autopista
que recorre esquinas, y ama el verde imaginado de los cielos.

Mientras tu sonrisa trataba de esconder el pliegue de tus senos
-la gruta de un sueño-, aquel mito(pues era un mito el acantilado
blanco en la memoria)volvía a pegarse a tus arenas,
y fue como regresar a tu cuerpo sin heridas
verte a contraluz, en el océano manso,
nadar sobre espejos.

Siempre es un deleite, Ramón, observar como trenzas cada verso, cada palabra, cada sílaba hasta definir algo que siempre resulta espontáneamente universal a nuestros sentidos: un sonido, un significado que se globaliza y se hace tacto familiar. Es emocionante, te lo aseguro. Un abrazo maestro.

[Juan Cruz Bordoy]

El espejo hace ver mucho más linda a ella, así como a tu poema. Me gustó mucho.
Un abrazo y un beso.

[Ramón Carballal]

Siempre pensé que en tu espalda morirían olas.

Acostúmbrame al insomnio de una luz ambigua,
y a los grandes carteles, porque mi delirio es una autopista
que recorre esquinas, y ama el verde imaginado de los cielos.

Mientras tu sonrisa trataba de esconder el pliegue de tus senos
-la gruta de un sueño-, aquel mito(pues era un mito el acantilado
blanco en la memoria)volvía a pegarse a tus arenas,
y fue como regresar a tu cuerpo sin heridas
verte a contraluz, en el océano manso,
nadar sobre espejos.

Siempre es un deleite, Ramón, observar como trenzas cada verso, cada palabra, cada sílaba hasta definir algo que siempre resulta espontáneamente universal a nuestros sentidos: un sonido, un significado que se globaliza y se hace tacto familiar. Es emocionante, te lo aseguro. Un abrazo maestro.

Gracias por ser tan generoso, Emilio. Te mando un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

El espejo hace ver mucho más linda a ella, así como a tu poema. Me gustó mucho.
Un abrazo y un beso.

Gracias por tu comentario, Juan. Un beso.

[Rafel Calle]

Un precioso poema, que ha sido un placer leerte, amigo Ramón.
Recibe un fuerte abrazo.