La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
S.Castelar escribió:Como siempre JJ, haciendo del lenguaje un molde sobre el que la poesía se va ajustando con fuerza.
Siempre es reconfortante leer tal despligue de imaginería, de naturaleza vibrante...
Un abrazote
Sara
Gracias Sariña, por tan "ajustado y vibrante" comentario.
Ana Prado escribió:Jóse, me impactó la tercera estrofa. Me impactó; porque a mí¨me quedó su permanencia en todos los objetos, y su vida contenida aprehendiendo su instante móvil¨. Por eso nunca se quebrará el límite. Colosal. Para mí será un himno.
Te queremos.
Ana, siempre, para nosotros, para unos cuantos, su presencia, la presencia también de unos pocos, quedará para siempre impregnada en los lugares y en los objetos.
J. J. M. Ferreiro escribió:I
La perspectiva del origen
es cuántica.
Nace y muere a la vez.
Está allá y está aquí su confuso caudal.
La forma
y el sentir de los cuerpos
es fragmentaria;
se rompen los perfiles
y al instante son otros.
II
Me diste la noche
como un fondo de dioses ebrios.
Del útero se engendró
todo lo que después fue cántico.
Sentido puro.
Sorprendido viento.
Lo que la semilla lleva
profundamente encerrado;
la luz toda, toda la sombra.
Lo que la vida repite,
sus residuos.
III
El dolor culminó la aparición del día.
Su número se abrió extasiado;
comprendió al fin
su irrepetible incendio.
Pero quedó tu permanencia
en todos los objetos.
Quedaron con tu vida contenida,
aprehendiendo su instante inmóvil.
IV
Qué no se quiebre el límite,
la honda imagen,
cuando ya lagrimea
su confusa caricia,
su estampa pálida,
la sombra.
Capturas en las alas de tu Poesía las manifestaciones, los brotes del espiritu. Tus imágenes se hilan de luz entre lo insondable y forman una estampa evnescinte, pero indeleble en el corazón que te lee. Tus lecturas son de una profundidad inmesurable. Un deleite total leerte querido J. J. M. Ferreriro !
Alejandra Goerne escribió:Poder lograrque los sentidos, los instantes vividos queden prendados a nosotros para siempre, asirlos, evitando su fragmentación porque en el límite, en el filo reina la permanencia que finalmente es la que dicta la existencia.
Como siempre... profundo, magistral. Tus poemas son como para llevarnos siempre de la mano al conocimiento profundo del ser, de la vida.... Gracias Ferreiro, un beso.
Gracias Alejandra por esa fidelidad y disfrute que siempre muestras en mis versos.
Valentin Martin escribió:Excelente poema de la densidad y del misterio humanos. Has ido un poco más allá de la vida cotidiana para traernos este mensaje. Un abrazo, amigo.
Gracias querida amigo, siempre celebro con orgullo tu presencia en este sitio.
J. J. M. Ferreiro escribió:
La perspectiva del origen es cuántica.
Nace y muere a la vez.
Está allá y está aquí su impreciso caudal.
La forma y el sentir de los cuerpos es fragmentaria;
se rompen los perfiles y al instante son otros.
Me entregaste la noche como un fondo de dioses ebrios.
El útero engendró todo lo que después fue cántico. Sentido puro.
Lo que el semen reparte profundamente encerrado;
la luz toda, todos los sueños.
Lo que la vida multiplica, sus residuos.
El dolor culminó la aparición del día. Su número se abrió extasiado;
comprendió al fin su irrepetible incendio.
Pero quedó tu permanencia en todos los objetos. Quedaron con tu vida contenida,
aprehendiendo su instante inmóvil.
Que no se quiebre el límite, la honda imagen, cuando ya lagrimea su confusa caricia,
su estampa pálida, la sombra.
Me gusta esa reflexión que haces en tus versos sobre los recuerdos (podríamos decir partículas de vida) que guardan los objetos que nos rodean. Quizá nada hable más claro de lo que somos que los objetos que utilizamos en nuestro día a día. Una parte de nuestra alma queda encerrada en ellos. Eso nos vuelve fetichistas. De otro lado, y por lo que se refiere a su lirismo, me quedo con el verso: "Me entregaste la noche como un fondo de dioses ebrios". Me recuerda a Heinrich Heine.
E. R. Aristy escribió:Capturas en las alas de tu Poesía las manifestaciones, los brotes del espiritu. Tus imágenes se hilan de luz entre lo insondable y forman una estampa evnescinte, pero indeleble en el corazón que te lee. Tus lecturas son de una profundidad inmesurable. Un deleite total leerte querido J. J. M. Ferreriro !
Gracia Aristy por tan profundos e intensos comentarios; es todo un lujo para un poeta que sus textos lleguen de esta manera.
Óscar Bartolomé Poy escribió:Me gusta esa reflexión que haces en tus versos sobre los recuerdos (podríamos decir partículas de vida) que guardan los objetos que nos rodean. Quizá nada hable más claro de lo que somos que los objetos que utilizamos en nuestro día a día. Una parte de nuestra alma queda encerrada en ellos. Eso nos vuelve fetichistas. De otro lado, y por lo que se refiere a su lirismo, me quedo con el verso: "Me entregaste la noche como un fondo de dioses ebrios". Me recuerda a Heinrich Heine.
Un abrazo, amigo J. J. M. Ferreiro.
Amigo Oscar, se te echa mucho de menos en estos foros, sobre todo por los magníficos y sabios comentarios con que "nutrías" los poemas, después de pasar por una lectura tuya, aparecían más crecido. Creo que eres el mejor comentarista que ha pasado por foro alguno.
Siempre es un placer revisar tu obra, querido amigo Ferreiro; en esta ocasión con un paseo por la memoria de los ornamentos que acompañan nuestra existencia.
Un fuerte abrazo.