Dulce veneno

[Selene]

Envenéname el alma con aromas de brisa,
y con una caricia pon a vibrar mi emoción.
Perfume, pecado del corazón enamorado,
pasión que devora las ansias y la razón.

Cuenta los latidos que danzan las noches,
desliza un te quiero pleno de pasión.
Derroche de lunas y soles ,claudica mi alma,
me entrego a tu amor.

Perfume...Sensaciones y risas,
laberinto de pasiones, secretos pasadizos.
Y luego las estrellas esparcidas al viento,
éxtasis nocturno y un hechizo eterno.
Selene

[José Manuel Sáiz]

Suaves versos que son el reflejo de la suave imagen que transmites. Leerte a menudo es un bálsamo para el espíritu.
Un abrazo amiga.
J. Manuel

[Santiago Redondo Vega]

Haces honor a tu luna, Selene, suave y blanca, pero misteriosa y noctura.

Así me llega este poema tuyo cargado de sensualidad y languidez. Quizá la pluma flotando en el mar del amor me mediatiza el gesto y hace que reciba sus palabras sobre el azul de lo liviano. Pero es un poema con fuerza y hasta con pasión. Se adentra en el mundo de los sentidos y les llama, les convoca en esa atmósfera donde no se pueden resistir y se condenan irremisiblemente al laberinto donde la pasión siempre termina por fumarse el cigarrillo de después.

He disfrutado mucho tu lectura Selene, aunque el sol de esta mañana de sábado haga un poco más llevadero el hechizo de luna que proclamas.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega

[Selene]

Suaves versos que son el reflejo de la suave imagen que transmites. Leerte a menudo es un bálsamo para el espíritu.
Un abrazo amiga.
J. Manuel

Muy amable José Manuel por tus comentarios, honor me hayas leído
Abrazos efusivos para ti

[Selene]

Haces honor a tu luna, Selene, suave y blanca, pero misteriosa y noctura.

Así me llega este poema tuyo cargado de sensualidad y languidez. Quizá la pluma flotando en el mar del amor me mediatiza el gesto y hace que reciba sus palabras sobre el azul de lo liviano. Pero es un poema con fuerza y hasta con pasión. Se adentra en el mundo de los sentidos y les llama, les convoca en esa atmósfera donde no se pueden resistir y se condenan irremisiblemente al laberinto donde la pasión siempre termina por fumarse el cigarrillo de después.

He disfrutado mucho tu lectura Selene, aunque el sol de esta mañana de sábado haga un poco más llevadero el hechizo de luna que proclamas.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega

¡Qué bueno! te haya llegado mi poema. seguro es la intención de todo/a el que escribe: transmitir y llegar al corazón del que lee.. Gracias por tus comentarios.
Saludos