Meditaciones de mi otro yo

[Ramón Carballal]

Un bello recorrido por magnífica poesía, toda ella rugiendo entre la dualidad
del poeta y de su propia imagen duplicada. Todo un nuevo y viejo mundo que
revive en el sentir nostálgico de una imprevisible llamarada.

un abrazo

Muchas gracias, Guillermo, por tu amable comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Amigo, es un muy profundo poema, una introspección extraordinaria que revuelve las huellas de lo desconocido y filtra todo aquello que dejamos atrás... Mis aplausos y felicitaciones sinceras.

Gracias, Marius, por tu lectura y amables palabras. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Reflexiones y disquisiciones en la intimidad desnuda de la dualidad del poeta. Poesía de altura que rebusca en el pasado signos para descifrar el futuro.

Un poema para bucear incluso sin esnorkel.

Aplauso y felicitación.

Un abrazo.

Muchas gracias por el comentario que me dejas. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

"desdoblarse" o morir.

Como siempre, es un viaje impredecible aventurarse en los fondos de tus letras, Ramón.

Ahí estamos.


Salud.

Gracias, Nésthor, por leer y comentar. Salud.

[Ramón Carballal]

Un poema lleno de maestría y fuerza, Ramón.

Enhorabuena y gracias siempre por compartir belleza.

Abrazos.

Gracias por tu generosidad, Hallie. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Siempre es muy original tu arte, caminos para transitar y maravillarse con sus figuras. Una creatividad asombrosa de maravilloso talento.


Abrazos.

RJL

Muchas gracias por tu amable comentario, Ricardo. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Hola Ramón,

Has logrado unas imagenes poeticas bastante buenas, te saludo con afecto

Javier

Gracias, Javier, por tu lectura y comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Me ha gustado mucho, Ramón, este desdoblamiento de uno para seguir buscándose. Lleno de imágenes poéticas que sabes dibujar con tanto arte. Un placer siempre leerte, amigo.

Unha aperta.

Carmen

Te agradezco la lectura y las amables palabras que me dejas. Unha aperta.

[Ramón Carballal]

Sobrevivir al silencio de la luz y aprender
el confín de las horas viejas.

Afuera del pasillo hay otro pasillo sin memoria,
te busca en la sombra como un laberinto sin hogar.

Pero tú has crecido, después de la grieta,
cuando el semáforo te indicó la llamarada,
cuando la piel del disfraz se volvió roja como
una cruz.

De allí creció un ser desdoblado, pudo la memoria
ejercitar su eco gris de fantasmas para que al fin
los ojos grandes crecieran como sabios eclipses
del misterio.

Mi camino fue un rosal desnudo. Mi camino conoció
la gran ciudad, sus espejos inmóviles, la frialdad
de los anuncios, el infinitivo de unos sábados
de banderas blancas, sólidas como un arpegio.

¿Y si no puedes con el rastro infantil? ¿y si los desechos
del tiempo brillan en tu noche igual que témpanos de luz?

No olvides tu razón callada, has navegado entre párpados
vacíos, entre luminarias cuya falsedad llevaba guirnaldas
o mercurios o cenefas de óxido.

Tu verdad se ha vestido con orines de canción, con simples
frutos que has arrojado al desdén.

Y es que en tu voz aún reconoces una virtud rota, tu furia
y tu templanza, las falacias de un hombre que medita su existir.

Largo es el recorrido de la pregunta ¿será de nieve o será de sol
mi cuerpo?

Sólo un instante separa el dolor del tallo firme.

Si yo pude, tú también podrás ser pilar rojo de tu vida
o de tu noche estrellada.

Encuentro un discurso pletórico de fuerzas. Imagines realmente impresionantes que descubren tu viaje. Abrazos, ERA

Gracias, ERA, por tu generoso comentario. Un abrazo.