Tierra

[Antonietta Valentina]

Caminamos, con elípticas huellas por el espacio sideral.
Me llevas cargada en tu seno, madrugadora madre natura.
Arboledas resbalan de mis ojos y reflectan sus hojas como mansas sonrisas.
Trepando en terruños, pinto paisajes impecables, transparentes maneras de amar
de amarte, asombrosa nave de espesas mareas y fugaces destellos.
Rugosa y suave a la vez, bordas caminos pardos para mi recorrido
y como me suenas dulce en tu traslación de suave gaviota universal.

Tu sol radiante, rubio astro de boreales auroras y tibieza de trópico
en ardor de ecuatoriales ríos y arterias blancas que pasan de largo
y dejan sonrisas en los peces dulces, carcajadas en la hierba que bañan.

Húmeda bola verdi-azul, como jade que brilla dibujando espesura de plumajes.
Acuática calma que ansío, cada vez que te miro, suspirando
desde mis sueños lejanos y salvajes...
salvajes como el vuelo de las aves que te habitan, te circundan
y trinan serenatas en todas las lenguas.

Amo la estrechez y la amplitud de tu morada perfecta
y la luz que amanece conmigo asida, que es la luz de la vida....

Vida, es posesión y compañera de mi alma abstracta
como animal feroz o domado inquilino, revuelco mis instintos
en tu ancha tez de horizontes mundanos, requiebros
marinos, rugidos que emito con las caracolas amarradas
como collares de nidos...

Tierra bendita de palmas gloriosas y pinos corpóreos
vapuleándose como veleros asíduos en tu cintura.
Meciéndose como hijos dormidos en la inmensa planicie.
Caídas de aguas nacen desde tus alturas
y sudorosas fecundan las selvas donde anidan los pájaros.

Que ninguno se atreva a violar tus vientos de norte
de sur de este u oeste, ni plagiar tu genética faz.
Yo te cubro de noche en mis sueños lejanos de smock
mientras arrullas mis ansias de libertad en tu regazo bendito.

Antonietta Valentina
2008

[Alberto Batania]

Bello homenaje a todos nosotros. He ido por tu poema como si me hallara en un nave espacial. Quizá eso sea la Tierra, una nave. Sorprende cómo has sido capaz de convocar tanta espiritualidad.

Los versos finales, de gata defendiendo a su prole, geniales.

Hasta pronto.

[Ricardo Serna G]

Antonietta Valentina,

maravilloso poema, querida amiga
descubro su belleza
siento su presencia
y el palpitar de sus rayos
de verdad....


Un abrazo fuerte