Han violentado la entrada de la eternidad.

[Ricardo José Lascano]

En mi espacio han entrado como ladrones
espaciales legionarios mercenarios de la luz
llevado mis ventanas como flamas incorpóreas
hasta el luminoso vientre de la sepa dorada.
Han violentado la entrada ciega de mi amor
los relieves imberbes de la holgura que reside
como flor habitual de toda especie en armonía.
Llevado mis acuarelas de agua cristalina
que bañaban el semblante en tu arco de viento
o sospechaban el roce de los espacios del arte
como un musgo brilloso de acabadas resonancias
en mi lugar de amor, han entrado los maleantes,
con enrojecidas llagas que al urdir sus lengua
despintaran la escaramuza de la legión de otoños
en sus alforjas de bruma, se han guardado el tiempo,
los huéspedes que poblaron el cálamo de la fruta,
la raíz insular de todas las alturas que socavan los relieves.
Han dejado sus huellas los maleantes de mi espacio
socavado el sopor de la rendijas que vencieron
la morada infinita que guardaba el amor de mi reino
la ciudad combatida que te ejerce en mi camino despoblado;
han entrado y se han ido como vacilantes piedras amargas
sobre la hondura que decae y se encuella
sangrando la eternidad de toda mi palabra.

[Concha Vidal]

"... sobre la hondura que decae y se encuella
sangrando la eternidad de toda mi palabra...."

Porque a este soberbio poema,no podía caberle más que un soberbio cierre, y es éste.

Saludos mediterráneos siempre..
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[Hallie Hernández Alfaro]

Una belleza de trabajo, Ricardo!

Ese cierre es monumental y los versos que lo preceden también.

Abrazo y felicidad, compañero.

[Pilar Morte]

Nos has presentado buenos versos. Un gusto poder disfrutarlos
Besos
Pilar

[Rosa Marzal]

Intenso y dramático poema, con un final espectacular. Mis aplausos, amigo. Un fuerte abrazo.

[Carmen López]

Ricardo, que buen poema!!!, el final es maravilloso, un arrebato de belleza, amigo.

Un abrazo de los grandes, amigo.

Carmen

[Óscar Distéfano]

En mi espacio han entrado como ladrones
espaciales legionarios mercenarios de la luz
llevado mis ventanas como flamas incorpóreas
hasta el luminoso vientre de la sepa dorada.
Han violentado la entrada ciega de mi amor
los relieves imberbes de la holgura que reside
como flor habitual de toda especie en armonía.
Llevado mis acuarelas de agua cristalina
que bañaban el semblante en tu arco de viento
o sospechaban el roce de los espacios del arte
como un musgo brilloso de acabadas resonancias
en mi lugar de amor, han entrado los maleantes,
con enrojecidas llagas que al urdir sus lengua
despintaran la escaramuza de la legión de otoños
en sus alforjas de bruma, se han guardado el tiempo,
los huéspedes que poblaron el cálamo de la fruta,
la raíz insular de todas las alturas que socavan los relieves.
Han dejado sus huellas los maleantes de mi espacio
socavado el sopor de la rendijas que vencieron
la morada infinita que guardaba el amor de mi reino
la ciudad combatida que te ejerce en mi camino despoblado;
han entrado y se han ido como vacilantes piedras amargas
sobre la hondura que decae y se encuella
sangrando la eternidad de toda mi palabra.

Sorprendente poema, por la densidad de su lenguaje, su ritmo intenso, su tema lúcido, sus imágenes auténticas. Un poema entero. Mis aplausos.

Un abrazo.
Óscar

[Ricardo José Lascano]

"... sobre la hondura que decae y se encuella
sangrando la eternidad de toda mi palabra...."

Porque a este soberbio poema,no podía caberle más que un soberbio cierre, y es éste.

Saludos mediterráneos siempre..
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Muchas gracias querida amiga, un abrazo inmenso. RJL

[Fco Javier Silva]

Buen trabajo, un poema bien construido, con gran fuerza expresiva en cada uno de sus versos.
Un saludo,
francisco javier silva