Filo rojo.

[Alberto Madariaga]

Desesperadamente,
flecha en la noche del sueño tibio,
noche en la soledad y el desengaño.
Quiero tentarte entre la sombra,
al arrullo preciso de tu maullido
cuando la vergüenza
no te cubre la ropa
y en la ropa no llevas estrellas
y las estrellas son sólo contigo
ecos de carne, de cielo y de mundo.

¿Pues quién sino yo para tentarte?
¿Pues quién si no yo para saberte
presa de mudos abismos
donde el silencio y trueno se prolongan
sobre tu frente y la mía?

Tiéndete amor y no cuentes,
ni el segundo en que tus hombros aullan,
ni la brisa colgada en tus zapatos
ni ese fulgor que tienen tus labios
cuando en el norte de tu pelo,
todos los cascabeles llevan llamas y almejas.

¿Quién sino yo para tentarte?
¿Quién sino yo para saberte
sin pudor y sin tregua?

Tiemblan y tiemblan las horas...

Sólo tu frente en la ventana
y bajo tu falda amor
y también bajo tu blusa,
una playa de amaneceres azules,
vuelve a gritar mi voz
y hoy le respondo.

Quiero tentarte amor
y sólo déjate estar...

¿Pues quién sino yo para tentarte?

Alberto Madariaga
(2013)
a Nadia

[Pilar Morte]

Me alegra ese amor que muestran tus versos. Me gustó leerte
Besos
Pilar

[Óscar Distéfano]

Desesperadamente,
flecha en la noche del sueño tibio,
noche en la soledad y el desengaño.
Quiero tentarte entre la sombra,
al arrullo preciso de tu maullido
cuando la vergüenza
no te cubre la ropa
y en la ropa no llevas estrellas
y las estrellas son sólo contigo
ecos de carne, de cielo y de mundo.

¿Pues quién sino yo para tentarte?
¿Pues quién si no yo para saberte
presa de mudos abismos
donde el silencio y trueno se prolongan
sobre tu frente y la mía?

Tiéndete amor y no cuentes,
ni el segundo en que tus hombros aullan,
ni la brisa colgada en tus zapatos
ni ese fulgor que tienen tus labios
cuando en el norte de tu pelo,
todos los cascabeles llevan llamas y almejas.

¿Quién sino yo para tentarte?
¿Quién sino yo para saberte
sin pudor y sin tregua?

Tiemblan y tiemblan las horas...

Sólo tu frente en la ventana
y bajo tu falda amor
y también bajo tu blusa,
una playa de amaneceres azules,
vuelve a gritar mi voz
y hoy le respondo.

Quiero tentarte amor
y sólo déjate estar...

¿Pues quién sino yo para tentarte?

Alberto Madariaga
(2013)
a Nadia

Un poema de amor que destila el más álgido romanticismo. Valioso, porque, con un lenguaje renovado, sin estridencias del espíritu, sin exageraciones sensitivas (o sentimentales, propios de esta escuela), nos abre un mundo de suave erotismo, como parte de la completitud del amor.
El ritmo es perfecto en su cadencia acentual imparisílaba, con juegos pareados que mantienen dicha naturaleza: "flecha en la noche del sueño tibio" (5+5). Y las repeticiones a modo de estribillo, nos llevan a revivir en el espiritu aquellos poemas clásicos y hermosos de la poesía castellana, al cual estamos acostumbrados quienes amamos la tradición.
Un poema muy agradable de leer, y muy plausible en su conformación clásica-moderna.

Un abrazo.
Óscar

[Quinteño de Greda]

Suba esta maravilla para deleite del buen lector.
Un abrazo, amigo mío.

[Carmen López]

Una maravilla de poema, Alberto, que no había leído. Mis felicitaciones por tan hermosos versos.

Un abrazo.

Carmen

[Susana Rodrigues]

Alberto, felicitaciones por tu versar.Un abrazo

[Bruno Laja]

La exquisitez de la pasión, por qué resulta tan difícil asociar estas dos palabras. Tu poema es un arte de sublimación del entorno; la voz cuenta, va iluminando, los contornos se deslíen y se dejan apropiar. Un placer de lectura. Abrazos.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube para deleite de todos.

[Josefa A. Sánchez]

Se aspira el amor en cada respiración de la lectura. Un gusto venir.
Un abrazo.
Pepa

[Macedonio Tracel]

excelente, un gran poema. sugerente por supuesto y con buen gusto. saludos