E. R. Aristy escribió:C Á S C A R A S
Deseché la evasiva, y fuĺ molino quijotesco
en batallas que requirieron de mi ignorancia,
y de todo ese aburrimiento, que por falta
de salud y de inventiva, sufre mi enemigo.
Pienso que quizá nos unió
– en pocas palabras-
un rencor abyecto,
un miedo sin escapatoria que toma muchas formas,
un miedo, sólo comparable a la herida del entendimiento.
Al menos, cuando llovía recio,
sentía alivio,
parecía que todo era de agua,
y todo era sed...
no sabría decir -nunca- qué secó primero…
Yo era como la noche,
un esbozo
que caía encima de todo,
una recoleta sola, muy sola,
quizá mi más lúcido momento
fuera aquél grito en el filo de mi sombra,
que hiciera añicos
cualquier imagen que yo guardara de mí.
E. R. Aristy
Este poema, mi querida amiga, para serte franco, me ha fascinado. No he encontrado desde hace tiempo una voz que describa con tanta admirable originalidad la compleja psicología de las relaciones humanas; y que, al mismo tiempo, describiera, con tanta elocuencia, la baja autoestima que pudiera un ser humano sentir en un momento dado. Este es un poema enorme, ERA, porque contiene todos los elementos requeridos para que así sea: ritmo en base a repeticiones, anáforas, paralelismos; profundidad argumental, llegando a extremos de una psicología del ser; y, lo que a mí me resulta más importante, la poesía: las imágenes y las metáforas impactantes, sobrecogedoras. Para ejemplo, el remate: los cuatro últimos versos. Ha sido un verdadero goce estético haberme acercado a tus versos.
Te mando un beso.
Óscar