Cecilia Martos escribió:
Si te aproximas a mi presunción,
si la tocas,
disimula un poco,
no sea que caigas en tu propio abismo,
porque ya no soy esa carta de amor
a la que se le perdieron los puntos cardinales.
Empieza por preguntarte
por qué se te acumulan los vacíos,
pon en orden tu intelecto,
enciérrate en esa dimensión materialista
de querer conocer el mundo,
y búscale el ingenio a la soledad
aunque parezca cosa de alienígenas.
Tómate un café sin azúcar
y comparte mesa con tu abandono.
Vamos,
cómprate un mapa y encuéntrate,
no es tan complicado.
Inventa que no existo.
La vida es, siempre, cuestión de fe.
Cecilia Martos
Qué bien escribes, apreciada Cecilia. Quizás te haya costado su esfuerzo este poema; pero, al leerlo, todo parece discurrir con naturalidad, como un fluir de la lluvia. Me encanta tu lenguaje, esa mezcla de rebeldía urbana con exquisitez refinada. Me conmueven las inspiradas imágenes que te nacen. Me convence el corpus del poema, su cohesión argumental y formal. Y siempre me quedo admirado de los cierres de tus poemas, como éste que lo considero, sencillamente, sorprendente, impactante, emocionante. Si nos obligaran a crear una escuela de poesía, quisiera ser compañero tuyo.
Un saludo de sincera admiración.
Óscar