La lluvia infinita

[Óscar Distéfano]

La lluvia infinita

Es imposible detener la lluvia de este día,
la ola de la tarde se ha batido contra las piedras,
los pájaros saludan con sus trinos de adiós entre las hojas,
sólo mi voz se hace ilusorio silencio, habita en el sigilo,
se resiste, se pierde, se desdobla
en horizontes fósiles.

Estoy insatisfecho de mi valentía,
me acosa el armisticio frágil
con los demonios insolentes, y no hallo
mi espada desasida en la refriega.

Perdónenme esta confesión impropia: me culpo siempre
de la muerte de tantos dioses, como si de sus restos ascendiera
un bosque inasequible, y en honda contrición perseverase
esa maldita duda de haber burlado nuestros ritos.

Absuélvanme por quebrantar la intimidad del cielo,
sólo quise concluir mi historia
sin cargar los pesados cuerpos sin espíritus,
sólo quise dejar bajo las piedras mis dudas mitológicas
y remar hacia una isla sin nombre.

No se detiene, choca con las luces. Con la luna.

[Rürik Singajik]

Como no puedo evitar una lectura subjetiva, veo cierta impotencia transmitida en ciertos versos, cierta insatisfacción inherente al transcurso de esa tarde lluviosa. ¿Quién no se culpa de la muerte de tantos dioses? Muy agudo el juego en la primera estrofa, jugando con los sonidos de pájaros despidiéndose y el recuerdo inconsistente de una voz que se degrada, aportándonos sensación de húmeda pena.

Estás perdonado por la confesión, ¡un saludo!

[Carlos Justino Caballero]

Óscar Distéfano, Me dejo llevar por la belleza de los versos sin abatirme por confesiones impropias o absoluciones: un verso excelente, amigo!

[Pilar Morte]

Ya te lo he dicho: me gusta como escribes, la razón y el sentimiento que cubren tus versos.
Un placer
Abrazos
Pilar

[Guillermo Cumar.]

La lucha te marca el territorio para que poética y magnífica surja
la decisión y la lucha contra ti mismo. Serás absuelto por los dioses virtuales
y gozarás del merecido descanso después de la batalla.

un abrazo, amigo. Me encantó el poema

[Ricardo José Lascano]

Tu poesía, querido amigo, es garantía de elegancia, abriendo senderos para nuevas miradas, escenarios interiores donde surge el arte. Abrazos. Ricardo.

[Óscar Distéfano]

Como no puedo evitar una lectura subjetiva, veo cierta impotencia transmitida en ciertos versos, cierta insatisfacción inherente al transcurso de esa tarde lluviosa. ¿Quién no se culpa de la muerte de tantos dioses? Muy agudo el juego en la primera estrofa, jugando con los sonidos de pájaros despidiéndose y el recuerdo inconsistente de una voz que se degrada, aportándonos sensación de húmeda pena.

Estás perdonado por la confesión, ¡un saludo!

Tu lectura es, para mí, de una valiosa lucidez. Un comentario que ha llegado a mis sentimientos originarios. Te agradezco muchísimo que te hayas tomado el tiempo de leer y comentar este poema porque, siendo nuevo, es lógico que no estés familiarizado con ciertas simbologías propias de los que integramos este grupo. En este poema, por ejemplo, existen referencias de otros poemas míos posteados en este foro.

Un gran abrazo, amigo.
Óscar

[Concha Vidal]

¿Por qué aprecio una cieerta tristeza en tu poema?

Pero siempre es una delicia leertye ¿sabes? hablas claro y tierno.

Mis slaudos mediterráneos.

[E. R. Aristy]

La lluvia infinita

Es imposible detener la lluvia de este día,
la ola de la tarde se ha batido contra las piedras,
los pájaros saludan con sus trinos de adiós entre las hojas,
sólo mi voz se hace ilusorio silencio, habita en el sigilo,
se resiste, se pierde, se desdobla
en horizontes fósiles.

Estoy insatisfecho de mi valentía,
me acosa el armisticio frágil
con los demonios insolentes, y no hallo
mi espada desasida en la refriega.

Perdónenme esta confesión impropia: me culpo siempre
de la muerte de tantos dioses, como si de sus restos ascendiera
un bosque inasequible, y en honda contrición perseverase
esa maldita duda de haber burlado nuestros ritos.

Absuélvanme por quebrantar la intimidad del cielo,
sólo quise concluir mi historia
sin cargar los pesados cuerpos sin espíritus,
sólo quise dejar bajo las piedras mis dudas mitológicas
y remar hacia una isla sin nombre.

No se detiene, choca con las luces. Con la luna.

Encuentro en tus poemas de lluvia una voz poética de hermosura espiritual. Algo se limpia y algo se traslada a un plano sutil. Algo florece en su marchitar. Te felicito, Óscar. Abrazos, ERA

[F. Enrique]

Quizás te enfrentes a algo demasiado grande y acabes con un sentimiento que ya conocemos y la caída de los mitos;"...me culpo siempre / de la muerte de tantos dioses, como si de sus restos ascendiera /un bosque inasequible,..." , al final en la soledad del hombre con su conciencia; "sólo quise dejar bajo las piedras mis dudas mitológicas / y remar hacia una isla sin nombre." Todo parece una esfuerzo vano que choca con el pensamiento. Lleno de sentido, añades la duda que siempre planea sobre nosotros.

Un abrazo.

[Óscar Distéfano]

Óscar Distéfano, Me dejo llevar por la belleza de los versos sin abatirme por confesiones impropias o absoluciones: un verso excelente, amigo!

Gracias, Carlos Justino, por apreciar esta repetida letanía. Me honra que te hagas presente en este post.

Un gran abrazo.
Óscar

[Óscar Distéfano]

Ya te lo he dicho: me gusta como escribes, la razón y el sentimiento que cubren tus versos.
Un placer
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar. Es un gran compromiso para mí. Ojalá no te defraude nunca.

Un abrazo fraterno, amiga.
Óscar

[Óscar Distéfano]

La lucha te marca el territorio para que poética y magnífica surja
la decisión y la lucha contra ti mismo. Serás absuelto por los dioses virtuales
y gozarás del merecido descanso después de la batalla.

un abrazo, amigo. Me encantó el poema

Gracias, Guillermo, tus palabras alientan porque jamás regalas elogios porque sí. Me siento honrado.

Un abrazo, amigo.
Óscar

[Óscar Distéfano]

Tu poesía, querido amigo, es garantía de elegancia, abriendo senderos para nuevas miradas, escenarios interiores donde surge el arte. Abrazos. Ricardo.

Pucha, Ricardo. Eres muy generoso conmigo. Ojalá fuese cierto cuanto dices, amigo; pero, más bien pienso que estamos en el aprendizaje cotidiano del verso. De cualquier manera, gracias, amigo.

Un abrazo.
Óscar

[Óscar Distéfano]

¿Por qué aprecio una cierta tristeza en tu poema?

Pero siempre es una delicia leerte ¿sabes? hablas claro y tierno.

Mis saludos mediterráneos.

Te agradezco, Concha. Tus palabras son muy dulces.

Un abrazo, amiga.
Óscar