Epístola a Pier Paolo

[F. Enrique]

Te agradezco mucho, Hallie, que te hayas detenido en este poema, y reafirma el intenso diálogo que sostuvimos acerca de Pasolini, lo escribí un día que me sentía especialmente bien y con el estoicismo que nos deja esa sonrisa de satisfacción porque sin saber en concreto lo que había querido decir, acabé el poema como si lo hubiera logrado.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias Era, tus palabras sí que son hermosas, más aún me ha gustado que te haya conmovido el poema.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Concha, es muy hermoso lo que me dices. Intenté llevar al poema a un punto emocional que me posibilitara rendir un sentido homenaje al poeta italiano, aquí me centré en su faceta como poeta que busca al hombre con sus contradicciones y su verdad.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Se te echa de menos, Blanca, hace tiempo que no se te ve por aquí, por eso no sé si te llegará lo que ahora te escribo, me consta que no soy el único que se alegraría con tu presencia, tu sensibilidad y tu dulzura. Este poema, escrito especialmente para este foro el día de su publicación, no lo considero el mejor de los cuatro que he escrito acerca de mi comunión humanística con el poeta, y muchas cosas más, italiano, pero comparte con el que considerado como más logrado, que naciera de un intercambio de opiniones con otros compañeros. Sé que hay poemas cuya importancia para quien lo escribe se sustenta en la conciliación entre el fondo y la forma, y otros en lo que se dice, éste pertenecería a estos últimos.

Esperando sinceramente que vuelvas. te doy las gracias, Blanca.

[F. Enrique]

Estos intentos, Pilar, aparte de su calidad o falta de ella, siempre contarán con un problema de consistencia; es la propuesta que hace un admirador a alguien que no puede dar su opinión, ni matizar, ni poner objeciones a cualquier cosa que se diga, por eso te agradezco mucho que sientas mi diálogo con el poeta italiano de forma natural. Si fuera posible esperaría de él que no me tuviera en cuenta cualquier cosa que le disgustara.

Gracias, Pilar, un abrazo.

[Rafel Calle]

Hermoso, emotivo y loable trabajo de Enrique.

[F. Enrique]

Quizás en este poema lo más importante fuera el rito, fue una tarde tan especial como narro y con unas ansias fuertes pero contenidas de comunicarme con vosotros. Una nueva lectura, Era, para esta contestación de agradecimiento me ha hecho observar unos fallos o simplemente unas palabras mejorables o quizás no expresadas de la forma más poética posible. Con todo me animas, amiga, y eso hay momentos en los que llega hondo, he preferido no tocar ni siquiera aquello que pueda deberse a error. Doy la experiencia por muy buena.

Muchas gracias, un abrazo.

[F. Enrique]

Es muy agradable, Pablo, que me digas que has leído a Pasolini, más aún que te haya gustado. Quizás fuera un poeta de momentos concretos que hay que intentar distinguirlos, un poeta que bebe el espíritu de su tiempo y que lucha como hombre público con un amplio espectro artístico con una valentía destacable.

En lo que me dices al final al hilo de algo que yo mismo había dicho sobre las críticas mal intencionadas ahora pienso que no tenía la mayor importancia y que esa misma persona se ponía en evidencia.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Con mucho retraso, Ana, me dispongo a contestar el comentario que me escribiste en este poema. Lo primero que haría sería darte las gracias por todas estas cosas que me dices y que hacen que me sienta tan halagado, casi sin darme cuenta un día me vi reflexionando sobre tu presencia y lo importante que han llegado a ser algunas cosas que me has dicho, tómate este mensaje como si hubiera sido una respuesta inmediata, aparcamos el asunto no por desidia sino por querer encontrar las palabras más apropiadas.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Hola, Enrique, me gustó leerte. Y tengo que decirte, que viendo este poema y otro hilo donde hablabas de Pier Paolo, me ha entrado la curiosidad y me propongo leerlo. Aunque yo ahora, justo empecé a leer poesía, y aún tardaré en llegar.

Te envío un abrazo

[F. Enrique]

Hoy he leído, Bruno, un par de artículos sobre Pasolini publicados en El País y he buscado este poema para acercarme a él y comprobar hasta que punto pude dibujar su perfil humano, su lucha y sus contradicciones y me ha sorprendido gratamente leer tu comentario ya que defines muy bien aspectos muy importantes de la compleja personalidad de Pasolini..


Un abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Un poema grande, en el que despliegas todas las inquietudes del poeta (el ausente y el escribiente) con una belleza excepcional. Un gusto venir.
Un abrazo.
Pepa

[F. Enrique]

Me resulta difícil, Celia, saber como se articula esta relación con el poeta que había en Pasolini, siendo muy respetable y habiendo dejado una película para la posteridad, el Evangelio según San Mateo, había algo en su cine que no me acababa de convencer, su poesía fue algo distinto, ni mucho menos fue un poeta regular, absorbido como estaba por una actividad frenética en distintos campos, pero cuando le arrebataba un poema, una sola estrofa, un verso o una cita, nos transmitía la emoción que puede poseer un hombre de nuestro tiempo, extraño y vulgar, excitante y aburrido como es. Quizás los académicos nos citen y reproduzcan Las Termas de Caracalla en las antologías que buscan lo preciso, yo como gran desconocido reclamo la atención sobre Análisis tardío o El día de mi muerte, en poemas como éstos comprendes que la barrera del idioma puede ser rota por la poesía, que hasta sin ritmo puede erguirse por el sentido poético de la idea sustentada por la voluntad inquebrantable del artista, su voz se impone a toda regla, a través de su experiencia el poeta ha aprendido a escribir poesía por el simple hecho de que es lo que pretende, el traductor debe limitarse a transmitir con fidelidad lo que dice.

Gracias, Celia, por las muchas oportunidades que me das para expresarme. Un abrazo.

[F. Enrique]

Por lo que te toca, Rafel, este poema fue escrito el día que indica su cabecera para Pablo Ibáñez y, a través de él, a todos los compañeros del Foro Alaire. Disfruté escribiéndolo, la petición de Pablo me pareció una ocasión idónea para acercarme, una vez más al poeta de la verdad agónica y la vida, alma que supo vibrar en la duda de la Resurrección.

Gracias, Rafel, un abrazo.

[F. Enrique]

Me alegro de lo que me dices, Raúl. Hay mejores poetas que Pasolini, puede que sean muchos, pero no pueden mostrar más que una mínima parte de su alma. Como decía Miguel Hernández; Pier Paolo tenía la lengua bañada en corazón y desde el corazón descendía a las profundidades donde esperan con distinta intención amigos y enemigos. Se agachaba hasta donde le era posible, hubo momentos de literatura apasionada e inextinguible en que logró recitarla entera y desordenada. Pagó las consecuencias y se afianzó en Jesús ante la ausencia de Cristo entre los creyentes, el Hombre para él era Dios, a pesar de su paso efímero por el valle donde crecen los lirios.

Un abrazo. Si es verdad que acabas de empezar, tienes un futuro halagüeño por delante.