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Rafel Calle escribió:Loable trabajo, querido amigo Alonso, que ha sido un placer leerte.
Más tarde entraré a comentarte el poema en su parte técnica.
DE MOMENTO TE MANDO UN FUERTE ABRAZO.
ya estás tardando Rafel con la parte técnica
que me tienes de los nervios
Just Gafar escribió:Era mujer desnuda sin sus espurios dioses,
serenada en los fuegos que provocan ocasos
y por amor nos llama a despeñarnos rotos
en la eternal presencia de la oración herida;
Un poema hermoso y extraño poeta Alonso. Estoy pensando en lo prohibido y lo placentero de lo prohibido.
Placer leerte en esta tarde
Saludos
más que en lo prohibido (¿hay algo más natural que la sexualidad?),
en lo que nos prohiben amparado en dogmas
Jorge Durán escribió:Era mujer desnuda sin sus espurios dioses,
serenada en los fuegos que provocan ocasos
y por amor nos llama a despeñarnos rotos
en la eternal presencia de la oración herida;
Alonso, es un poema precioso para mi humilde opinión, además de interesante. Yo ya lo he leído con esta, tres veces, no lo había comentado antes por falta d etiempo, pero es un gran poema, yo no miro técnicas yo solo siento lo que me dice y al leerlo, veo al hombre que una vez conocí, con admiración. Ese hombre intenso que se nutre de todo y por todo.
Alonso de Molina escribió:
*"Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí".
En ese instante, me gustaba verla llegar.
Observaba la danza de su rapto hacia mí
incendiando los pasos, las bocas y las calles
con su ardor insolente de albor arrebatado,
reclinando la fe con evidentes gestos
entre risas procaces invitando al delirio
que como soplo ciego sucumbió a la imprudencia
díscola, insurgente, de las horas virtuosas.
Era mujer desnuda sin sus espurios dioses,
serenada en los fuegos que provocan ocasos
y por amor nos llama a despeñarnos rotos
en la eternal presencia de la oración herida;
camino indiferente, humillando caricias
como un atardecer furtivo, atrapado
y ausente de caderas mis manos se comprimen
rompiendo la caricia que conduce al altar.
Glacial, lamo la sombra que esculpe su mirada
y maldigo su cuerpo que oculta las pasiones;
su oración, un cuchillo apuñalando al deseo
*Santa Cecilia. Cecilia de Roma
Diferente. Un poema que aborda sentimientos extraordinarios. La abstinencia es algo muy raro, y es un evento encontrarse con el apetito. Me cautivo las historias que encierra, lo provocativo de sus insinuaciones. Un gusto especial leerte estimado Alonso.
*"Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí".
Se que ya te había comentado el poema. Pero es que me gusta especialmente.
Antonietta Valentina escribió:Alonso, es un poema precioso para mi humilde opinión, además de interesante. Yo ya lo he leído con esta, tres veces, no lo había comentado antes por falta d etiempo, pero es un gran poema, yo no miro técnicas yo solo siento lo que me dice y al leerlo, veo al hombre que una vez conocí, con admiración. Ese hombre intenso que se nutre de todo y por todo.
te dejo un abrazo , amigo querido
Gracias querida Antonietta por sentir, estoy contigo, sentir es menos mecánico
que pensar
Alonso de Molina escribió:
*Santa Cecilia. Cecilia de Roma
Diferente. Un poema que aborda sentimientos extraordinarios. La abstinencia es algo muy raro, y es un evento encontrarse con el apetito. Me cautivo las historias que encierra, lo provocativo de sus insinuaciones. Un gusto especial leerte estimado Alonso.
gracias por tu amable y certero comentario querida amiga
Jorge Durán escribió:*"Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí".
Se que ya te había comentado el poema. Pero es que me gusta especialmente.
Este poema es como una invitación al fuego sin quemarse, es decir:imposible.
Pareciera la invitación de un ángel sin embargo, yo lo dudaría. Cuánta fuerza puede generar el fuego, al menos a mí, de sólo mirarlo me hipnotiza.
Confieso haber leído hace mucho ya este magnífico poema, pero pues no sabía cómo decirlo. Total, bien o mal ... lo he dicho.
Alejandra Goerne escribió:Este poema es como una invitación al fuego sin quemarse, es decir:imposible.
Pareciera la invitación de un ángel sin embargo, yo lo dudaría. Cuánta fuerza puede generar el fuego, al menos a mí, de sólo mirarlo me hipnotiza.
Confieso haber leído hace mucho ya este magnífico poema, pero pues no sabía cómo decirlo. Total, bien o mal ... lo he dicho.
Alejandra
no lo has podido decir mejor,
te agradezco las lecturas que has realizado
La espiritualidad y la religiosidad parece ser que a veces está reñida con la pasión carnal, al menos en nuestra cultura católica. En otras religiones se sublima el sexo con la espiritualidad tántrica... pero siempre despojándolo de su connotación lujuriosa. No faltan quienes ven crecer su deseo precisamente ante quienes renuncian a ello al menos de palabra ante los demás, en esa apuesta personal en la abstinencia.
Original el poema. Original la puesta en escena con esa singular cita de Santa Cecilia. Y encima, bien escritos los versos. Excelente.
Un abrazo amigo Alonso.
Y 
