las agujas de los pinos sestean entre calcetas,
y un crujido de las piñas marca punto a la canícula.
El estío embriaga los romerales ,
a la sombra del membrillo pacen juncos,
el milano, las uvas prietas y moras
el gemido, el amante
y hasta las olas tardías piden silencio y suspiros.
shssssssssssss,
no hagáis ruido...
¡ mirad ...!
... el río duerme la siesta en la poza.
(Ha dormido mucho tiempo este poema la siesta, voy a despertarlo un poco, es del 2009 y también hoy es Juio de 2013, en Alicante, también supongoque a lo mejor en más sitios)