Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
CELIA PUERTA escribió:He disfrutado tu poema. Sí, a veces hay demasiadas cosas que no tienen sentido.
Llevo poco tiempo en este foro, el suficiente para haberle cogido mucho cariño. Espero que tú también te encuentres a gusto. Bienvenida.
Un abrazo
Josefa A. Sánchez escribió:Me ha gustado mucho este paseo por el absurdo lleno de originales conceptos. No se si ya te he dado la bienvenida, pero si no lo hago ahora. Y que la estancia te sea grata.
Un abrazo.
Pepa
Lorena Patricio Cal escribió:Mil tuercas dando vueltas de campana
una procesión muda de unicornios
una comparsa de monjas jubiladas
un leo que se vuelve capricornio.
Un hocico suelto dando brincos
una dama, llorando, cubierta de plumas
un seis atragantándose de un cinco
un marte, un júpiter, dos lunas.
¿Dónde hallarle el sentido
a una pancarta de azúcar
o a una estatua de jabón ?
¿Quién podría bien explicarme
el fémur colgado del columpio
la anciana disfrazada de dragón ?
Nunca entenderé, tal vez, el porqué
de ese centauro que me fijaba la mirada
aquella soleada mañana de abril
justo en medio de la plaza.
¿Acaso no puede una tomar su café
sin ver brotar del hormigón una espiga,
observar una uña escalando la pared
o asistir a una manifestación de hormigas ?
¿Qué hacer si lo absurdo invade mi vida,
si de repente un burro aparece en mi cuarto ?
¿Quién, de entre los menos escépticos, creería,
que ví a una mujer salirse de un cuadro ?
¿¡Lo estoy, acaso, alucinando !?
Gracias Guillermo, espero que mi pluma evolucione gracias a los intercambios en este foro, sin duda de calidad artística y humana.Guillermo Cuesta escribió:Un placer pasar por el absurdo de las realidades posibles
que nos cuentas. Tu pluma seguro que da para esto y para más.
un placer tenerte entre nosotros.
un abrazo
E. R. Aristy escribió:Lorena Patricio Cal escribió:Mil tuercas dando vueltas de campana
una procesión muda de unicornios
una comparsa de monjas jubiladas
un leo que se vuelve capricornio.
Un hocico suelto dando brincos
una dama, llorando, cubierta de plumas
un seis atragantándose de un cinco
un marte, un júpiter, dos lunas.
¿Dónde hallarle el sentido
a una pancarta de azúcar
o a una estatua de jabón ?
¿Quién podría bien explicarme
el fémur colgado del columpio
la anciana disfrazada de dragón ?
Nunca entenderé, tal vez, el porqué
de ese centauro que me fijaba la mirada
aquella soleada mañana de abril
justo en medio de la plaza.
¿Acaso no puede una tomar su café
sin ver brotar del hormigón una espiga,
observar una uña escalando la pared
o asistir a una manifestación de hormigas ?
¿Qué hacer si lo absurdo invade mi vida,
si de repente un burro aparece en mi cuarto ?
¿Quién, de entre los menos escépticos, creería,
que ví a una mujer salirse de un cuadro ?
¿¡Lo estoy, acaso, alucinando !?
Bravo, Lorena, no cosa más absurda que nosotros mismos. Es en la ilógica que encontramos el balance perdido. Tu poema es inteligente y rezuma humor, la más difíciles de las artes. Razonablemente un gran placer leerte. Abrazos, ERA
