
Vivimos
en una sucesiòn
de encuentros.
El azar dispone unos
nosotros predisponemos varios.
Tantas veces nos perdemos
sin embargo
otras,
la fuerza del encuentro
es tan grande
que se tuerce al destino
lo torcemos, lo torcimos
y la vuelta de la esquina
resultò ser
ahì nomàs...