No haces pie

[Alberto Batania]

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Hasta los treinta años
duermes montado en tu astronauta
de tres violines,
pero una tarde cualquiera
se te rompe la punta del lápiz
y no haces pie en el centro del lago.

No haces pie en el centro del lago,
y a veces te vienen ganas
de arrojarte a las piedras con todas sus lascas,
de estrellarte contra los escaparates
para que te maten los maniquíes,
de lanzarte a trescientos coches por hora
contra los neones que anuncian
la felicidad de las nueve y media,
porque
ya es tarde para volver al niño
(no hay niño si te buscas niño),
ya es tarde para volver al loco
(no hay loco si te buscas loco),
porque
se rompió la punta del lápiz
y ya no haces pie
en el centro del lago.




http://neorrabioso.blogspot.com
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[Luna de Nos]

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Hasta los treinta años
duermes montado en tu astronauta
de tres violines,
pero una tarde cualquiera
se te rompe la punta del lápiz
y no haces pie en el centro del lago.

No haces pie en el centro del lago,
y a veces te vienen ganas
de arrojarte a las piedras con todas sus lascas,
de estrellarte contra los escaparates
para que te maten los maniquíes,
de lanzarte a trescientos coches por hora
contra los neones que anuncian
la felicidad de las nueve y media,
porque
ya es tarde para volver al niño
(no hay niño si te buscas niño),
ya es tarde para volver al loco
(no hay loco si te buscas loco),
porque
se rompió la punta del lápiz
y ya no haces pie
en el centro del lago.




http://neorrabioso.blogspot.com
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Lo que hizo centro es tu poema, quien pierde el niño interior indefectiblemente envejece, este caminar al borde de la cordura, me llegò, saludos Batania, Luna.-

[Blanca Sandino]

Esta forma de decir, señala (como la flecha y la piedra señalan un cementerio indio), y sin pérdida casi, en el calendario perpetuo -un espanto programarlo, de verdad que sí-, el año de tu nacimiento ( y no hace falta ser psicólogo, o similar, para saberlo), de tres a cinco años -después- se suele escribir sobre lo ocurrido anteriormente a la cuarta década de la vida.

Una tristeza enorme perder el niño que fuimos: eso nos hará viejos antes de tiempo.

Blanca

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Hasta los treinta años
duermes montado en tu astronauta
de tres violines,
(...)
se rompió la punta del lápiz
y ya no haces pie
en el centro del lago.




http://neorrabioso.blogspot.com
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[Just Gafar]

Me gustó, me gustó mucho, esa manera desenfadada de decir consume.

Un placer mirar en tu ventana

Abrazos

[Rafel Calle]

Ese vértigo ineludible, no es propiedad únicamente del hablante, sino más bien, es un equilibrista trashumante que viene y va, pero nunca se aleja lo sufiente para restablecer el equilibrio que nunca se tuvo, o ya no se recuerda.
Me ha gustado el trabajo, amigo Batania. Versos servidos en bandeja de exclusividad poética.
Te mando un cordial abrazo.

[Martín Desormeaux]

Batania: Este poema, en general todo lo que te he leído, tiene la virtud de ese vértigo que te hace abrir los ojos, de un algo que te despierta. Un gusto la lectura.

Saludos.

Martín Desormeaux.-

[L.Ariza]

Debe ser triste darse cuenta de eso, de que ya no se es niño, de que ya no se es loco.
Mejor no pensarlo, así podremos conservar siempre un pedacito dentro.

Me gusta tu modo de contar.

Saludos

[Luis Oroz]

Esos cuatro paréntesis contienen un pensamiento imprescindible. Desde esa perspectiva treintañera (en la cual estoy, aunque un poco pasado de rosca) puede palparse la sensación del tiempo maniatado, esa toma de conciencia, esa insinuación de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero a la vez, y claramente expuesto en tu poema, es el propio pensamiento el que mata el instinto (no hay niño si te buscas niño) (no hay loco si te buscas loco)
Posiblemente la felicidad se haya en la absoluta ignorancia de ella.

Esa es la paradoja que se traduce en tus versos. Pensamiento puro.
Un abrazo.


Luis Oroz.