Guillermo Cuesta escribió:Sabes que no traje traje,
me desnudo del revés
y cuando tú no me ves
es porque me he ido de viaje
sin hacer ningún viraje,
es decir, en línea recta.
Esta mentira es correcta.
Aunque nadie se lo crea
un verso a mí me cachea
mientras otro me intercepta.
Me voy a quedar tan tieso,
como los toros de lidia
ya que mueren de desidia
cuando los pinchan en hueso.
Y seguro que es por eso
por lo que brinca la cabra
sin decirle una palabra
a su cabrito pudiente
pues se vuelve reticente
a la indulgencia macabra.
Al acercarse el solsticio
el profano necesita
contrastar una visita
con el recurso ficticio
para obtener beneficio
de ese díasensorial
que nos enseña el percal
del calor más hechicero.
Aunque te cambien de fuero
no escaparas del penal.
Y, si escapan ¡vade retro!
porque tendrán que pasar
por los abismos del mar
mientras yo me compenetro
con los amigos del cetro
y también con los padrinos
de quien manda. Qué ladinos
son los flacos. Y los gordos
se pasean por los fiordos
como santos peregrinos.
Me ha gustado este brillante poema. Mi más sincera felicitación.
Un abrazo.
BEGOÑA.