Encuentro

[Begoña Egüen]

A pesar de treinta y tres años en el lóbulo de la tierra, acabas de nacer. Desafías la urdimbre del intelecto, la sonora pregnancia del vientre lejano.
Son muchos los signos que habitan el pasillo, la fría negrura de la celda. Intentos, ases, dialéctica, terror, humanidad, trazos letales que miden el precio de la confesión. Piezas únicas, cartas magnas, sapiencia aguerrida en los primeros balcuceos de amistad.
El ojo bueno templando el ojo esbirro, las pruebas licitando la sonrisa. Cada cognición envuelve un extraño apego -memoria de padre, calostro hacinado en la razón-.

A las doce horas, un cielo pálido niega el final; ya sólo queda, la trufada inocencia de los cuervos.



Hallie

¡Qué belleza de poema... Como todos los que realizas, querida amiga ,Hallie. Mi felicitación sincera.
Un beso.
BEGOÑA.

[Pablo Ibáñez]

Hallie,
me encanta. Meterse en tus poemas es meterse en un magnífico laberinto en el que cada esquina, cada giro, nos va sorprendiendo y ampliando la visión panorámica de un todo pleno de magia y metáfora. De repente tenemos un recién nacido de treinta y tres años, de repente está en la cárcel, celdas y pasillos. De repente nos amenaza una confesión que parece tener un precio grave. La amistad parece rescatarnos del desasosiego pero en el siguiente giro nos salta a la cara la:

memoria del padre, calostro hacinado en la razón

Es una magnífica locura de la que no podemos levantar la vista. Buscamos con afán el último párrafo, que saque a flote nuestra cordura. Ahora vendrá la explicación, el “Encuentro” tiene una razón de ser, un motivo racional que nos será revelado, pero Hallie Houdini remata con

la trufada inocencia de los cuervos

No hay tregua ni concesiones. O te encierras con Hallie en la jaula encadenada de metáforas que será lanzada al mar, o te quedas, gris y aburrido, en la orilla.

Un abrazo, Hallie.

[Macedonio Tracel]

A pesar de treinta y tres años en el lóbulo de la tierra, acabas de nacer. Desafías la urdimbre del intelecto, la sonora pregnancia del vientre lejano.
Son muchos los signos que habitan el pasillo, la fría negrura de la celda. Intentos, ases, dialéctica, terror, humanidad, trazos letales que miden el precio de la confesión. Piezas únicas, cartas magnas, sapiencia aguerrida en los primeros balcuceos de amistad.
El ojo bueno templando el ojo esbirro, las pruebas licitando la sonrisa. Cada cognición envuelve un extraño apego -memoria de padre, calostro hacinado en la razón-.

A las doce horas, un cielo pálido niega el final; ya sólo queda, la trufada inocencia de los cuervos.



Hallie

hay una historia insensata y conocida, la vida vuelve a mostrarse en pequeñas maravillas, con la mirada incrédula que tienen al amanecer los años de oscuridad, pero aparecen los brillos de nuevo, o aparecerán y un cielo aún nublado se ocupará de cobijarlos entre los arrullos que seguramente han quedado en el aire imaginando escuchar sus palabras adultas. te mando un beso

[Hallie Hernández Alfaro]

Hallie Hernández Alfaro, Una bella prosa poética llena de metáforas e inductora a una placentera lectura. Mi afectuoso saludo, Hallie.

Muchas gracias por el rescate y por los bondadosos conceptos expresados, Carlos.

Salud y felicidad.