La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Tristany Joan Gaspar escribió:Hola Daniela.
Un poema excelente, lleno de imágenes muy poderosas. Un poema donde la magía de tu poesía traspasa la mente del lector para adentrarse en terenos casi oníricos.
Impresionante me ha parecido este poema.
Un afectuoso abrazo y muchos besos.
Joan
Gracias Joan, me encanta el territorio onírico.
Un abrazote!!
"Y yo sola con mis voces, y tú tanto estás del otro lado que te confundo conmigo."
Me atropelló la dilación de una lágrima
batiéndose a duelo con la garganta.
Te debo el alquiler de los denuedos de la muerte
por derrapar en las alas del olvido
ayer todavía hoy
se adhieren al mercado los desmayos oculares.
Tengo por costumbre cargar el cuerpo durante la condena,
el límite de un segundo casi agudo me convence.
En algún rincón de la humareda se habrán escondido las miradas
que no vuelven,
que nunca regresan por pensarlas olvidadas.
(No puedo grafitizar su voz
aún llenándome de hormigas las venas)
En la porción más íntima de la noche
se vuelven de la conjuntiva los señuelos del limón.
La temperatura del otoño nunca ha sido pertinente,
demasiada textura para delimitar una utopía.
Viste que cada intento se ha inundado de porqués,
que cada después se acongojó en la lentitud de agosto,
viste que cada instantánea del hombro a cero grados
desniveló la conjetura abstracta de unos cualesquiera transeúntes.
Yo sigo sola apedreando la lluvia desde mi trinchera,
fumando la gracia de la bitácora de un ángel,
aplastando la dignidad en mis bolsillos.
Acaso el alma pese más que algunos besos.
Sube para los domingos poéticos de Alaire.
.
"He guardado la Luna en los cajones
por si vuelves de noche que te alumbre;
no te tardes, papá, que sin la lumbre
de tu amor no se encienden los fogones.'"