La belleza

[Javier Dicenzo]

La belleza

El que no lleva la belleza dentro del alma no la encontrará en ninguna parte.
Noel Clarasó


Existió la rompiente en el árbol del edén
la anunciación de los gloriosos ángeles,
pedazo de manzano en medio del alma humana.
A veces si el alma regresa al foso de la palabra
encuentra el arpa sigilosa de una canción.
La belleza de enamorar con manzanas de edén
Es por la pureza que emana de una pluma.
Si todos fuéramos humanos y no matáramos,
Si besáramos un cristo entre amapolas de Europa
Persiguiendo una paz para enamorar espejos;
Pero allí está la danza de los dioses
Que vienen a desolar a la paloma blanca
Esa paloma que anuncia un tiempo de paz.
La belleza es belleza entre dulzuras
Como el día que me quieras y la rosa que engalana.
Pero si un ruiseñor cantara como Israfel cantó
¿ Que vivencia exquisita entraría a nuestro ser?
¿ Que pétalo azul de cristal nos emanaría la piel?
¿ Que grito agudo en el bosque nos acercaría?
A veces mi ser se pone celoso de los ángeles y las estrellas
A veces tiemblo al pensar en el infinito lago
De unos ojos que volverán a mi suelo.
¡ La belleza
Oh.. Dios la belleza!
Esa que se esconde entre los arbustos
esa que pide millones de ojos
esa que tal vez está en tu interior.
No volvamos nunca a nuestros rostros
nunca mas a violar el sentido práctico de la amistad;
no encarcelemos la danza hermosa
para atardecer en la belleza,
gritemos una canción
tanto como lo hizo Israfel de Poe
para vengar una vez mas el rezo de la noche sin luna
así los lobos salgan a enamorar el bosque
ese
que está frente a tus ojos.

[Guillermo Cumar.]

Javier, un placer recorrer tus versos y esa rebullir de metáforas
que ambientan el poema y el sentir de tus reflexiones.

Un abrazo

[Javier Dicenzo]

Gracias Guillermo por tu concepto estoy trabajando para aportar a alaire.

[Bruno Laja]

Hola, Javier Dicenzo:
me parece un poema muy bello, y su belleza radica en una lucha; el dogmatismo de cada enunciado así me lo muestra, porque parece la cara de una herida, apenas lavada con el gesto de levantar las manos para que sea un dios quien las crispe. Ha sido una grata lectura.
Saludos.

[Javier Dicenzo]

Bruno gracias por tu paso por mi obra