Me imagino que tu nombre

[Ana Muela Sopeña]

En el tiempo que viví con tu relámpago
me hice con la luz de un aguacero
y bebí tu licor de la mandrágora.

Ahora, sin reloj, yo me imagino que tu nombre
se hace humo en aceras desnudas.

Y por las tardes, cuando llueve,
me pregunto si tú me presagias
en el ámbar de semáforos o en árboles.

Cuando deambulo por las calles
y el frío me persigue
la estridencia de un pasado con dulzura
va condenándome a la nada.

El espacio de ti se ha vuelto extraño,
no quiero diluirlo
por el temor a ser de piedra.


Ana Muela Sopeña

[Pilar Morte]

Me gusta el cierre porque cuando se cierra el corazón todo se endurece.
Un poema hermoso que he disfrutado
Abrazos
Pilar

[Luna de Nos]

En el tiempo que viví con tu relámpago
me hice con la luz de un aguacero
y bebí tu licor de la mandrágora.

Ahora, sin reloj, yo me imagino que tu nombre
se hace humo en aceras desnudas.

Y por las tardes, cuando llueve,
me pregunto si tú me presagias
en el ámbar de semáforos o en árboles.

Cuando deambulo por las calles
y el frío me persigue
la estridencia de un pasado con dulzura
va condenándome a la nada.

El espacio de ti se ha vuelto extraño,
no quiero diluirlo
por el temor a ser de piedra.

Ana Muela Sopeña

Ana es tan universal este poema, el presente conformado por la sustancia de cada instante, volviéndolo irrepetible aunque al mismo tiempo similar.
Hay un verso que atrapa: 'en el ámbar de semáforos o en árboles', el vuelco que puede dar el corazón frente a una señal, un perfume, una imagen, una voz, o el recuerdo apacible, y la negación al olvido.
En fin, cada quien vuelca en las lecturas parte de sí mismo, un placer leerte, un abrazo, Luna.-

[Marius Gabureanu]

Ana, un poema que maravillosamente describe a esa soledad empapada de recuerdos
que se disfrazan de imágenes de naturaleza, y hay un ser que ama la sombra de aquello que nunca ha de volver...Me ha encantado. Recibe mis abrazos, felicitaciones.

[Guillermo Cumar.]

Ser de piedra no, supone frialdad y dureza.
Tu verso es elegante y suave y mece con la lluvia
pero te pide el espacio suficiente para que no te arrastre al frío

un abrazo

[Hallie Hernández Alfaro]

En el tiempo que viví con tu relámpago
me hice con la luz de un aguacero
y bebí tu licor de la mandrágora.

Ahora, sin reloj, yo me imagino que tu nombre
se hace humo en aceras desnudas.

Y por las tardes, cuando llueve,
me pregunto si tú me presagias
en el ámbar de semáforos o en árboles.

Cuando deambulo por las calles
y el frío me persigue
la estridencia de un pasado con dulzura
va condenándome a la nada.

El espacio de ti se ha vuelto extraño,
no quiero diluirlo
por el temor a ser de piedra.


Ana Muela Sopeña

Una entrega preciosa, compacta. Poeta/ mujer/vida/ interiorizando el cosmo, la ausencia, el nombre indispensable.

Enhorabuena, Ana por este gran poema.


Un abrazote y aplausosss.


Hallie

[Ana Muela Sopeña]

Muchas gracias, Pilar. Sí, tienes razón. Endurecerse no es nada recomendable. La vida, el amor, la creación artística requieren un corazón sensible...

Un abrazo fuerte
Ana

[Ana Muela Sopeña]

El recuerdo del que se fue llena toda la ciudad, Luna. Y...sí, ese verso que tú señalas es el centro del poema. Es esa sensación de que la ciudad está habitada. Muy habitada a pesar de la ausencia.

Gracias por brindarme tus palabras.
Un abrazo fuerte
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Muchas gracias, Marius, por leerme y por tus palabras tan efusivas.

Abrazos
Ana

[Josefa A. Sánchez]

Un poema que trasmite una gran nostalgia y dulzura en el relato de la no-ausencia amada. Un placer transitar tus versos.
Un abrazo.
Pepa