los deseos no terminan de cantar la libertad,
no se absuelven del precinto tan absurdo y enjaulado,
del adentro de uno mismo,
del misterio indeciso del "yo quiero ".
Sin embargo ¿qué es la norma ?
¿ es acaso un pasaje hacia el clímax del "queremos "?
¿ es un manto que enmascara la raíz de lo profundo ?
¡ ... cuánto miedo a volar hacia la vida... !
... y se pasa... y se pasa ...
... hay un vuelo de gaviotas que parte hacia el infinito,
sin hora, rumbo ni fecha de ida y vuelta.
Espero... si osas romper cadenas
victores in aeternum.
(¿ Es difícil dejar libres los auténticos sentimientos? ¿los que guardamos allá, en los adentros de nos mismos? Me pregunto hoy, uno de diciembre de dosmil doce mientras mi mediterráneo cubre el frío de níveos borbollones)