José Manuel Sáiz escribió:Bravo amigo. Un trabajo preciso y precioso. Pero yo no hubiera dado la explicación ni me hubiera atribuido su total protagonismo, jejeje. Quien se sienta reflejado, será por algo. Quien no se sienta, será por inconsciencia. No es normal no darse por aludido. Yo, más que tú, me he sentido reflejado de cabo a rabo... pero no te guardo rencor, ni te pido explicación. Me has abierto los ojos de la realidad y cerrado las puertas de la vanidad. Así que no me queda más opción que sentirme agradecido.
Ni qué decir cabe que todo va con ironía.
No dejas de sorprenderme (gratamente, claro).
Un abrazo, querido amigo
J. Manuel
Bueno, José Manuel, pues celebro que mirándonos en este espejo deformado de la sátira y el escarnio nos lo tomemos como lo hacemos cuando nos vemos en los espejos de los parques de atracciones, con un poco de vergüenza y otro poco de curiosidad, con un poco de miedo de lo que podemos ser y otro de sorpresa por lo que somos. Todos pecamos un poco de todo, que es lo humano. Verlo exagerado nos hace, tal vez, ser algo más comedidos con los defectos y afinar más en las virtudes, que también las tenemos. Pero las loas... para otro momento.
Con un abrazo.
Salud.