ROBERTO LÓPEZ escribió:LUIS MARIÑO escribió:
Justísimo reconocimiento a un poema muy hermoso. Enhorabuena, Luis.
Muchas gracias Roberto, mi sincero agradecimiento, compañero. Un abrazo.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
ROBERTO LÓPEZ escribió:LUIS MARIÑO escribió:
Justísimo reconocimiento a un poema muy hermoso. Enhorabuena, Luis.
LUIS MARIÑO escribió:Empañé mis pupilas lloviendo tus lunares,
anduve ríos de luz escuchando tu aliento.
Escorado de cuna, adicto al país
de los sueños,
desgasté hasta mi sombra
entre los ripios de la noche
y homenajes a primaveras.
En la trastienda del astillero
donde fletábamos
lunes de besos y cereza,
desde los estigmas de mi reflejo,
como si un imán de olas
deshojé tus corales,
ulceraron su cuarzo mis alas,
y se envenenó nuestro cielo.
Fumigué el último rosal de
mi jardín de dunas.
Agotado el cupo de mi magia,
noqueada en la lona mi rebeldía,
el púgil pigmento de nuestra risa
...la pirotecnia de nuestras noches;
con el precinto de la excusa
asfixiamos hasta la última gota
que regaba el parral de nuestro
deseo.
¡Cuanto que no me ducho de luna
con la esponja de tu mirada!
¡Cuanto que no ronronea en mis oídos
el jazmín de la brisa de tu boca!
¡Cuanto que no hierve el mercurio
de mis venas!
...que ya no recuerdo la humedad
que dimanaba tu silencio,
el magma embalsamado
que bullía en tu vientre.
Descorchada la lámpara
de mi vejez prematura,
sumergida la llave de la nave
de mi destino, como lata vacía
sin decoro, ruedo por la cuneta.
Espero mi turno en la reventa
de la felicidad, en este/otro marzo
de mi decadencia.
Expuesto en la vitrina del olvido
se dobla el párpado de mi prórroga,
y convulso claudica el arterial fuelle
que oxigenaba mis amaneceres.
Entre asilos de juventud y antifaces
de poeta,
entre granizos de cal y faros como
antorchas,
suma dioptrías el ángel que me guarda,
tropieza con las farolas, borracho de
mi mano, el lázaro que me guía.
En el pubis de mi insomnio,
en el ocaso del trayecto,
anochece y se acaba mi tinta;
pero todavía entre las pestañas
de una nube de cemento,
tras las costillas de este búnker
de ungida tristeza,
todavía mi tormenta escupe versos,
aun sus paredes exhalan vida
...y todavía sangran mis estrofas.
Marius Gabureanu escribió:LUIS MARIÑO escribió:Empañé mis pupilas lloviendo tus lunares,
anduve ríos de luz escuchando tu aliento.
Escorado de cuna, adicto al país
de los sueños,
desgasté hasta mi sombra
entre los ripios de la noche
y homenajes a primaveras.
En la trastienda del astillero
donde fletábamos
lunes de besos y cereza,
desde los estigmas de mi reflejo,
como si un imán de olas
deshojé tus corales,
ulceraron su cuarzo mis alas,
y se envenenó nuestro cielo.
Fumigué el último rosal de
mi jardín de dunas.
Agotado el cupo de mi magia,
noqueada en la lona mi rebeldía,
el púgil pigmento de nuestra risa
...la pirotecnia de nuestras noches;
con el precinto de la excusa
asfixiamos hasta la última gota
que regaba el parral de nuestro
deseo.
¡Cuanto que no me ducho de luna
con la esponja de tu mirada!
¡Cuanto que no ronronea en mis oídos
el jazmín de la brisa de tu boca!
¡Cuanto que no hierve el mercurio
de mis venas!
...que ya no recuerdo la humedad
que dimanaba tu silencio,
el magma embalsamado
que bullía en tu vientre.
Descorchada la lámpara
de mi vejez prematura,
sumergida la llave de la nave
de mi destino, como lata vacía
sin decoro, ruedo por la cuneta.
Espero mi turno en la reventa
de la felicidad, en este/otro marzo
de mi decadencia.
Expuesto en la vitrina del olvido
se dobla el párpado de mi prórroga,
y convulso claudica el arterial fuelle
que oxigenaba mis amaneceres.
Entre asilos de juventud y antifaces
de poeta,
entre granizos de cal y faros como
antorchas,
suma dioptrías el ángel que me guarda,
tropieza con las farolas, borracho de
mi mano, el lázaro que me guía.
En el pubis de mi insomnio,
en el ocaso del trayecto,
anochece y se acaba mi tinta;
pero todavía entre las pestañas
de una nube de cemento,
tras las costillas de este búnker
de ungida tristeza,
todavía mi tormenta escupe versos,
aun sus paredes exhalan vida
...y todavía sangran mis estrofas.
Inmenso poema, Luis, me ha encantado recorrer la vastedad de tus recursos poéticos, magnificas metáforas empleadas, un viaje inolvidable, muchas gracias por compartir, un abrazo, felicitaciones.
José Manuel Sáiz escribió:Mi más sincera enhorabuena Luis por el reconocimiento a este excelente poema.
Un abrazo
J. Manuel
Manuel Sánchez escribió:Mi felicitación por tu poema y su distinción.
Un abrazo
Hola, Luis. Un poema inmenso, para leer y releer y dejarnos arrastrar por ese oleaje magnífico de imágenes que atrapan al lector. Me encanta de principio a fin, pero destaco la fuerza de estos versos.LUIS MARIÑO escribió:Empañé mis pupilas lloviendo tus lunares,
anduve ríos de luz escuchando tu aliento.
Escorado de cuna, adicto al país
de los sueños,
desgasté hasta mi sombra
entre los ripios de la noche
y homenajes a primaveras.
En la trastienda del astillero
donde fletábamos
lunes de besos y cereza,
desde los estigmas de mi reflejo,
como si un imán de olas
deshojé tus corales,
ulceraron su cuarzo mis alas,
y se envenenó nuestro cielo.
Fumigué el último rosal de
mi jardín de dunas.
Agotado el cupo de mi magia,
noqueada en la lona mi rebeldía,
el púgil pigmento de nuestra risa
...la pirotecnia de nuestras noches;
con el precinto de la excusa
asfixiamos hasta la última gota
que regaba el parral de nuestro
deseo.
¡Cuanto que no me ducho de luna
con la esponja de tu mirada!
¡Cuanto que no ronronea en mis oídos
el jazmín de la brisa de tu boca!
¡Cuanto que no hierve el mercurio
de mis venas!
...que ya no recuerdo la humedad
que dimanaba tu silencio,
el magma embalsamado
que bullía en tu vientre.
Descorchada la lámpara
de mi vejez prematura,
sumergida la llave de la nave
de mi destino, como lata vacía
sin decoro, ruedo por la cuneta.
Espero mi turno en la reventa
de la felicidad, en este/otro marzo
de mi decadencia.
Expuesto en la vitrina del olvido
se dobla el párpado de mi prórroga,
y convulso claudica el arterial fuelle
que oxigenaba mis amaneceres.
Entre asilos de juventud y antifaces
de poeta,
entre granizos de cal y faros como
antorchas,
suma dioptrías el ángel que me guarda,
tropieza con las farolas, borracho de
mi mano, el lázaro que me guía.
En el pubis de mi insomnio,
en el ocaso del trayecto,
anochece y se acaba mi tinta;
pero todavía entre las pestañas
de una nube de cemento,
tras las costillas de este búnker
de ungida tristeza,
todavía mi tormenta escupe versos,
aun sus paredes exhalan vida
...y todavía sangran mis estrofas.
Rosa Marzal escribió:Hola, Luis. Un poema inmenso, para leer y releer y dejarnos arrastrar por ese oleaje magnífico de imágenes que atrapan al lector. Me encanta de principio a fin, pero destaco la fuerza de estos versos.LUIS MARIÑO escribió:Empañé mis pupilas lloviendo tus lunares,
anduve ríos de luz escuchando tu aliento.
Escorado de cuna, adicto al país
de los sueños,
desgasté hasta mi sombra
entre los ripios de la noche
y homenajes a primaveras.
En la trastienda del astillero
donde fletábamos
lunes de besos y cereza,
desde los estigmas de mi reflejo,
como si un imán de olas
deshojé tus corales,
ulceraron su cuarzo mis alas,
y se envenenó nuestro cielo.
Fumigué el último rosal de
mi jardín de dunas.
Agotado el cupo de mi magia,
noqueada en la lona mi rebeldía,
el púgil pigmento de nuestra risa
...la pirotecnia de nuestras noches;
con el precinto de la excusa
asfixiamos hasta la última gota
que regaba el parral de nuestro
deseo.
¡Cuanto que no me ducho de luna
con la esponja de tu mirada!
¡Cuanto que no ronronea en mis oídos
el jazmín de la brisa de tu boca!
¡Cuanto que no hierve el mercurio
de mis venas!
...que ya no recuerdo la humedad
que dimanaba tu silencio,
el magma embalsamado
que bullía en tu vientre.
Descorchada la lámpara
de mi vejez prematura,
sumergida la llave de la nave
de mi destino, como lata vacía
sin decoro, ruedo por la cuneta.
Espero mi turno en la reventa
de la felicidad, en este/otro marzo
de mi decadencia.
Expuesto en la vitrina del olvido
se dobla el párpado de mi prórroga,
y convulso claudica el arterial fuelle
que oxigenaba mis amaneceres.
Entre asilos de juventud y antifaces
de poeta,
entre granizos de cal y faros como
antorchas,
suma dioptrías el ángel que me guarda,
tropieza con las farolas, borracho de
mi mano, el lázaro que me guía.
En el pubis de mi insomnio,
en el ocaso del trayecto,
anochece y se acaba mi tinta;
pero todavía entre las pestañas
de una nube de cemento,
tras las costillas de este búnker
de ungida tristeza,
todavía mi tormenta escupe versos,
aun sus paredes exhalan vida
...y todavía sangran mis estrofas.
¡Cuanto que no me ducho de luna
con la esponja de tu mirada!
¡Cuanto que no ronronea en mis oídos
el jazmín de la brisa de tu boca!
¡Cuanto que no hierve el mercurio
de mis venas!
...que ya no recuerdo la humedad
que dimanaba tu silencio,
el magma embalsamado
que bullía en tu vientre.
Mis felicitaciones, querido amigo. Un abrazo.