SE HAN DORMIDO LAS MAÑANAS DE DOMINGO (IN MEMORIAM )

[Miguel Alcantud]

Hay mucho amor y ternura en estos versos de despedida, Miguel. Después de leerlos, me quedo sobrecogida y al mismo tiempo agradecida de poder disfrutar de un poema tan puro y delicado.

Desde aquí te mando mi pesar y mi admiración más sincera.

Abrazos.

Gracias por tus palabras amiga Maria Pilar. Un abrazo

[Miguel Alcantud]

Se han dormido las mañanas de domingo,
las filigranas manos y las caricias.
Se han vestido de tristeza los abrazos
y, en la agonía de noviembre
se ha roto la soledad
en mil trozos de dulzura,
se ha agotado la luz en la penumbra
y muerden las ausencias en el alma,
y los colores del alba se han dormido,
como sus ojos,
lentamente…
dulcemente…

Se han fundido con el aire
las risas cristalinas de los años
vividos al cobijo de los regazos,
los abrazos cálidos del alma inquieta,
la pizpireta sonrisa,
la fortaleza rocosa del cobijo,
la palabra justa,
el silencio preciso, diferente,
la elegancia sutil,
la frente altiva.

Se ha roto la soledad
en mil trozos de ternura
y en la tortura amarga de la ausencia
lloran los cielos su partida
y nos hemos quedado dormidos en su nombre,
arropados de vida entre sus manos
como cada mañana de domingo
buscando entre la bruma su mirada.

Se ha roto la soledad
en las estrellas doradas del otoño,
a las orillas del mar de la dulzura,
menuda, como el rocío,
inmensa, como el aire que envuelve
la tristeza gris de esta mañana.

Un poema de belleza solemne. Un placer disfrutar de tu pluma.

ERA

Muchas gracias ERA por tus comentarios. Un abrazo