Para no olvidarme de mí
Para no olvidarme de la invisible llaga de mi piel,
lo que hay en las palabras de los ojos,
que sólo pueden renacer en el sol de mi mano.
Para no olvidarme de las voces que se niegan a brillar
en el mundo. De mí, hasta la muerte, las mágicas sonrisas
grabarán el viaje cruzando el albergue
que digiere lo profundo,
que premia con arrugas lo que nos separa. De mí,
la luz, con el texto mutilado, tendrá la paciencia
del rumor presente con sus oscuras alboradas,
la mirada desnuda con imágenes del destino,
con máscaras de paz. Para no olvidarme, el llanto será,
como el tiempo, nieve o sal, música de lluvia,
en suaves brazos, en tortura sutil que inventan
sus venenos
y deshacen, con bálsamo de espuma, las llagas.
De mí, las murallas de visiones, ante las puertas,
los gestos de noche saliendo como sábanas blancas,
paladeando la memoria del firmamento,
las colas de cometas disfrazadas de milenios.
Para no, entre las preguntas, danzar en el vacío,
la ausencia será cielo y el azul conversación del deseo,
el niño será río y sus ojos melodía.
Olvidarme de mí, un solo aliento,
una brisa, signos de la nueva palabra
en mi espalda.
Para no olvidarme de ti
Para no olvidarme de ti
cuento las cosas cuando las veo,
las mariposas con alas de música
resbalándose en la belleza del agua
y en la voz de las sombras;
la invisible cuerda de los años
despertando de su letargo,
volviendo al punto
de su decreto en sacrificio:
nada es igual
sólo morir sin intentarlo. Cuento
los saltos sobre el plato de la memoria
danzando en el silencio de la vida,
en el humo de la caricia,
como niño con pies desnudos,
como parte del coro de la tarde
… buscando la buena cara del día
sin olvidar la voz del juego,
sin olvidar vivir como dios de los momentos
y madurar en la borrasca,
cambiar los cánticos mágicos
del antiguo reposo,
y caer en el altar que me invade. Sin olvidar
el amor de los tiempos,
himno en minutos sobre cuerpo,
sueño, abrazo al alma
que vuela en fantasías
sobre cabellos que rompen los inviernos,
donde la muerte no existe y el dolor,
en encrucijadas, solitario,
y, la boca del ciclón con ganas de comer fuego.
Para no olvidarme de ti
cuento los vestidos azules
danzando en los días de fiesta.
![Imagen](http://www.wikifotos.es/static2/2007/08/24/1906143.jpg)