Heme aquí, todo lo que soy tiembla (L.II)

[Guillermo Cumar.]

Hete ahí y tan bien puesta, toda llena del fervor de la poesía.

un abrazo

Guillermo

[Maria Pilar Gonzalo]

Te aplaudo Isabel porque toda tu poesía huele a abril, a tallo tierno, a rumor de encinares, a luz derramada en vida, a tantas cosas...

Y aquí estoy temblando con tus versos y tus suspiros.

Un fuerte abrazo.

[Isabel Moncayo]

Poesía dentro de la poesía. Un placer, Isabel. Y un abrazo.
Salud.

Gracias por venir, Julio, con tu amable palabra, un abrazo.

[Isabel Moncayo]

Te atreves con Cernuda ¿qué otra cosa podías engendrar sino lo que has hecho?

Es una auténtica joya plena de dulzura, como una lluvia dulce y deeada.

Un abrazo mediterráneo. (Por cierto, ayer llegué de tu tierra)

Creo que he sido un poco demasiado atrevida, y espero que el poeta no lo tome a mal, gracias por estar y deseo que hayas disfrutado de tus días por estos lares.

Abrazo desde el Cantábrio hoy muy revuelto.

[Isabel Moncayo]

Quizás no haya poeta español que haya crecido más que Luis Cernuda en estos años, es un reto díficil el que acometes y sales airosa, Isabel. Nos asombramos de la extrema modernidad de las expresiones que utilizas y haces tuyas.

Un saludo.

Gracias, Enrique, por decir que salgo airosa, aunque creo que salgo más bien de puntillas y por la puerta trasera, aprecio tu generoso comentario y me incita a por lo menos intentar hacerlo " más mejor" . Abrazo grande.

[Isabel Moncayo]

Un poemazo Isabel, de lujo para el libro. Hay imágenes que abren mundos, más allá de lo inmediato y el alma se prende de sus órbitas. Aplausos y abrazos de amigo.

Gracias, amigo Gerardo, comentarios así me animan a seguir en el aprendizaje e intentar mejorar en lo que pueda. Un abrazo.

[Isabel Moncayo]

Todo un lujo de texto, rebosante de sensibilidad y preciosismo líricos.

Me gustó sobre todo:

"El paisaje se acható celosamente, cuando un rumor de encinares se aferró a mis hombros y todas las aves se apostaron en mi vientre. Le amé, como ama un tallo tierno la lluvia fina, habitó en mi nombre el mar de sus labios, brevísima luz derramada en vida, ardí en su esplendor de ajimez desnudo"


Biquiños, querida amiga.

También es la parte que más me gusta, amigo J.J. gracias por hacerme saber que también a ti te lo ha parecido, un fuerte abrazo.

[Isabel Moncayo]

Muy buena reflexión, Isabel, preciosas las palabras que aquí dejas.
¿qué es primero, la palabra o la idea? ¿qué hace aquí el poeta?
Darle nueva vida a las palabras. Siempre dando a luz. !Que buena gesta!

Un placer,

Víctor

No sabría contestarte, amigo Víctor, ando con las musas al paro, sí, hasta ahí llega la crisis, deben estar enfadadas conmigo, pero de vez en cuando asoman donde menos me lo espero y en este caso aparecieron leyendo al poeta y con una libreta de notas al lado.

Un fuerte abrazo.

[Isabel Moncayo]

...y punto y final.

Genialidad sin duda. Para deleitarse con su lectura.

Un beso.

Gracias por tu lectura y comentario, Alejandro.

Un abrazo.

[Isabel Moncayo]

Estaba tendido y tenía entre mis brazos un cuerpo como la seda. Lo besé en los labios, porque el río pasaba por debajo.
Luis Cernuda.


- Estaba tendido.

Sigo leyendo a Cernuda y garabateo suspiros en el papel que son pabilos.

Qué horrible, a veces, el anhelo de un poema con azahares en las ingles y el acomodo paciendo en el ombligo. Será por eso que esta noche se deforma en blancor de puñalada.

- Y tenía entre mis brazos un cuerpo como la seda.

Desembocan los ojos en una tea de gestos aprehendidos y ladran las flaquezas. Ay, este enredo de abriles entre los dedos pretende un temporal sin naufragios. Lo sé, tengo el corazón encendido y el miedo.

- Lo besé en los labios, porque el río pasaba por debajo.

El paisaje se acható celosamente, cuando un rumor de encinares se aferró a mis hombros y todas las aves se apostaron en mi vientre. Le amé, como ama un tallo tierno la lluvia fina, habitó en mi nombre el mar de sus labios, brevísima luz derramada en vida, ardí en su esplendor de ajimez desnudo.

Heme aquí, todo lo que soy tiembla, heme aquí, todo lo que escribo existe.
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Qué bonito; eres temblor y existe tu poema, querida amiga Isabel, que, como es tu costumbre, aparece trufado de hermosas imágenes y de bellísimos referentes a la naturaleza.
Te veo en plena forma, colega, y me alegro mucho de que muestres un pulso poético que en realidad nunca perdiste.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un fuerte abrazo.

Tú sabes que esto no se fuerza, sale o no sale, pero cuando sale se queda una así como si hubiera tenido un parto, perdona la comparación. Y cuando no sale se siente fustración.

Gracias por tus amables palabras, un fuerte abrazo.

[Isabel Moncayo]

Isabel,

te echaba de menos.

Un abrazo.

Gracias, Pablo, por echarme de menos, eres un compañero excelente, un fuerte abrazo.

[Isabel Moncayo]

Hete ahí y tan bien puesta, toda llena del fervor de la poesía.

un abrazo

Guillermo

Gracias por leerme, Guillermo, otro abrazo fuerte para ti.

[Isabel Moncayo]

Te aplaudo Isabel porque toda tu poesía huele a abril, a tallo tierno, a rumor de encinares, a luz derramada en vida, a tantas cosas...

Y aquí estoy temblando con tus versos y tus suspiros.

Un fuerte abrazo.

Amiga María Pilar, es un placer compartir poesía con personas como tú, agradecida por dejar tu amable huella te mando un besazo.

[Josefa A. Sánchez]

Esta vuelta de vacaciones a tus versos es como seguir de vacaciones otro rato. Un placer grande leerte.
Un abrazo.
Pepa.

Pdt: No te preocupes por la sequía, suele venir seguida de inundaciones.

[Hallie Hernández Alfaro]

Tremendamente bello. Cada verso en su diestro y perfecto lugar. Un final emocionante.

Qué lluevan aplausos, mucha salud y felicidad querida poeta.

Hallie