LA ALTERACIÓN DEL PRISMA (rev)

[Nésthor Olalla]

Desde que empezó esta estrambótica guerra
me empiezan a ocurrir múltiples cosas,
es por ello que he aprendido a hibernar con todas mis restricciones
en cualquiera de mis simas,
donde poder encontrar mis mejores momentos de clausura
y de retiro interior.

Mi dimensión vertical
se hace ahora segmentaria,
y a cada parte de ella la rocío de gasolina
clavado en mi propia cruz doy comienzo a mi ignición
para así mejor sentir
el poder argumental que llevo en mi propia piel;
esa normativa oscura que me sustenta y anima,
al tiempo que dinamizo toda mi constitución.

Estimulo así experiencias
y apaciguo los tormentos que deambulan por mi sangre
para cortar de raíz cualquier prominencia lógica,
y así poder distanciarme de los cándidos intentos
de poder aproximarme al punto axial
que todo en mí condiciona.

Pero solamente soy lo que deshago en el mundo;
aunque por perseverar hago leve lo pesado
de esta cósmica estructura que produce pensamiento,
en el lodo codicioso de la fe,
y reúno junto a mí materia bruta por viva
cofradías sacramentales de místicos y licántropos,
de faquires alquimistas y absolutistas cuadrúpedos,
sobre los cuales provoco infinidades de incógnitas
que llevan dentro un enigma siempre por dilucidar.

En esta tribulación,
me gusta abrir las ventanas al lenguaje cadencioso de la lluvia,
para reforzar con fuerza sentimientos de renuncia
que intentan sobrevivir en las líneas defensivas
que preservan la impostura de mi leve humanidad.

También contemplo a lo lejos a surfistas mutilados,
remontando inmensas dunas en los desiertos vecinos,
y estudio viejos papiros y antiguas cosmologías,
y otras formas elevadas de sagrada procedencia,
sin ser en su encarnación.

Y en otras dependencias más sofisticadas de la realidad
disecciono con cautela las miasmas del saber del elegido
para así poder mostrar esas cualidades puras
de la esencia cautiva de las cosas.
puedo ver con nitidez islas rojas con palmera,
donde subsisten sin ley teólogos panteístas
que administran plasma gnóstico a robinsones sicóticos,
a soñolientos batracios, a escleróticas princesas,
y a todo tipo de fauna, terrenal y temporal
que pulula extraviada,
mantenida y conservada por su propia confusión
antes de que sea la noche su penúltima morada.

Mis últimas recreaciones en este tránsito impuro
la hice tras escuchar espasmódicos relinchos de Los Beatles,
-una dolencia excitante-;
luego me pude a batir en un plato con dos huevos,
el encadenamiento racional de la síntesis triádica de Hegel,

y su potencial dialéctico.
-otra dolencia abrasante-

Después lo quise intentar con la momia vanidosa de Lenin
para dar satisfacción a una cohorte de nostálgicos
y desalentados “soviets”.

Más tarde traté de hurgar en la angustia existencial de Kierkegaard,
y en los delirios de náufrago que azotaban a Odiseo,
tan solo como terapia que pudiera apaciguar
su indisposición creciente al goce de fornicar.

Quise ampliar mi experiencia y ocultar el rostro a Dios
con máscara veneciana,
hice lo propio con toda la cohorte y grey ultramundana
de peones de ajedrez desfallecientes,
y otras tóxicas deidades con todos sus organismos
y subalternos factores sin vida espiritual.
Tras todos estos aliños crecieron en desmesura
las ovejas, los Mc Donalds y las ideologías,
además de toda suerte de idólatras mutilados
por la idea de platonismo,
devotos de Galileo,
de Baal,
King Kong y Obama.

Sé que la gente adiposa que purga sus convicciones
en sus grises y hediondos escondrijos no me cree,
pues no expongo sacrificios de naturaleza humana
en las ofertas de un “hiper”;
ni se me irritan los ojos aterrados por nostalgia existencial,
pero me llega el torrente de lisérgicos fluidos
de la “alteración del prisma”,
una potencia excitante que me depura y destila
al tiempo que facilita vencer la exterioridad
de mis códigos tullidos,
inmóviles y raquíticos,
pasivos, anquilosados,
ya omitidos de función.

Ahora rige en mí un impulso de invalidez objetiva;
categóricos mandatos de epiléptica sentencia,
un silencioso estridor de un reclamo a viva luz
de arte en descomposición,
todo un cuadro conjuntado de un fenómeno sin sede
subordinado a un proceso de nebulosas ficciones
de refundación nihilista;
una nueva realidad donde gobierna la herrumbre,
y la asentada conciencia de ser un producto anal,
un tumulto de la nada que impulsa a la deserción,
a asilarse en refugio reservado a lo prohibido
donde mutan los tejidos que componen la estructura
y el egocéntrico orden de la “narcolibertad”.













Nésthor Olalla

[Pilar Morte]

Me has dejado anonadada. Tendré que volver para asimilar todo el alimento de estos versos. Hay mucho que pensar
Abrazos
Pilar

[Guillermo Cumar.]

Ese impulso que te rige a plasmar tan esplendorosas reflexiones íntimas
te ha llevado a dejarnos un magnífico poema.

Un abrazo

Guillermo

[Nésthor Olalla]

Me has dejado anonadada. Tendré que volver para asimilar todo el alimento de estos versos. Hay mucho que pensar
Abrazos
Pilar

Gracias por asomarte a mis dislates, querida Pilar. Espero que Dios o alguien de su entorno te recompense por los daños sufridos.


Salud.

[Hallie Hernández Alfaro]

Un entrega magna; viajas y dilatas la pupila de la existencia consciente, su espejo visor de umbrales, su granada de paz. Por cierto, el ritmo acelera la lectura y brilla con tanta inteligencia como los vocablos.

Felicitaciones, hermano!!!!!!!!!!!

Hallie

[Nésthor Olalla]

Ese impulso que te rige a plasmar tan esplendorosas reflexiones íntimas
te ha llevado a dejarnos un magnífico poema.

Un abrazo

Guillermo

[Nésthor Olalla]

Ese impulso que te rige a plasmar tan esplendorosas reflexiones íntimas
te ha llevado a dejarnos un magnífico poema.

Un abrazo

Guillermo

Gracias por asomarte, amigo Cuesta. Espero que hayas salido indemne a la lectura de este delirio.


Un abrazo.

[Nésthor Olalla]

Un entrega magna; viajas y dilatas la pupila de la existencia consciente, su espejo visor de umbrales, su granada de paz. Por cierto, el ritmo acelera la lectura y brilla con tanta inteligencia como los vocablos.

Felicitaciones, hermano!!!!!!!!!!!

Hallie

Gracias, hermanita. No tengo palabras para expresar el goce que representa tu presencia en mis estridentes... "aullidos".


Placer.

[Nésthor Olalla]

Un entrega magna; viajas y dilatas la pupila de la existencia consciente, su espejo visor de umbrales, su granada de paz. Por cierto, el ritmo acelera la lectura y brilla con tanta inteligencia como los vocablos.

Felicitaciones, hermano!!!!!!!!!!!

Hallie

[Rafel Calle]

Hermoso poema, amigo Nésthor, de rencillas interiores y otras cuitas del hombre. Trabajas el paso del tiempo y sus consecuencias, para brindarnos unas intensas e interesantes reflexiones.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un cordial abrazo.

[Nésthor Olalla]

Hermoso poema, amigo Nésthor, de rencillas interiores y otras cuitas del hombre. Trabajas el paso del tiempo y sus consecuencias, para brindarnos unas intensas e interesantes reflexiones.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un cordial abrazo.

Gracias, amigo Rafel.

Muy dignado de que entres en mi casa, con esas palabras tuyas bastarán para inflamarme.


Salud, hermano

[Rafel Calle]

Arriba con este hermoso e interesante poema.