Cuando llegas...

[Alberto Madariaga]

Tengo miedo de ti,
es de ti que siento miedo,
en medio del silencio que no grita,
del foco de mi cuarto,
más hondo y más ligero,
como perfume de avispas
que me cerca el tuétano
y es que vuelvo a la ventana del alma
y es entonces que surges,
que te aferras al umbral de mi cabello
con la fiereza del trueno vivo
y el junco en medio del agua.

Es de ti y de mí que no me acostumbro.
No puedo sino empezar a contar las calles
que te separan de mi mano,
este péndulo ajeno
de las cosas tuyas,
de tu vestido,
de los carros que cercan tu paso
y de las tantas luciérnagas de helio
que trancurren entre tu lado y el mío.

Y no es sólo del contacto en la palabra
y no es sólo de la luz que lleva el aire.

Es este miedo de manzanas nuevas,
de todo el universo inscrito,
en las amplias zonas que llevan tus ojos
es este miedo a la lucidez extraña y loca,
ahì,
donde el tiempo es un gorrión sin patria
y son mis manos nervios y jacinto,
ante tus manos,
diáfanas y ciertas.

Alberto Madariaga
a Nadia
Mayo de 2011

[F. Enrique]

Es un poema hermoso, Alberto, con momentos que nos llevan al ensueño.

Un abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Me ha gustado mucho este poema de paisajes intimos y llenos de ternura. Un placer.
Un abrazo.
Pepa

[Luna de Nos]

Tengo miedo de ti,
es de ti que siento miedo,
en medio del silencio que no grita,
del foco de mi cuarto,
más hondo y más ligero,
como perfume de avispas
que me cerca el tuétano
y es que vuelvo a la ventana del alma
y es entonces que surges,
que te aferras al umbral de mi cabello
con la fiereza del trueno vivo
y el junco en medio del agua.

Es de ti y de mí que no me acostumbro.
No puedo sino empezar a contar las calles
que te separan de mi mano,
este péndulo ajeno
de las cosas tuyas,
de tu vestido,
de los carros que cercan tu paso
y de las tantas luciérnagas de helio
que trancurren entre tu lado y el mío.

Y no es sólo del contacto en la palabra
y no es sólo de la luz que lleva el aire.

Es este miedo de manzanas nuevas,
de todo el universo inscrito,
en las amplias zonas que llevan tus ojos
es este miedo a la lucidez extraña y loca,
ahì,
donde el tiempo es un gorrión sin patria
y son mis manos nervios y jacinto,
ante tus manos,
diáfanas y ciertas.

Alberto Madariaga
a Nadia
Mayo de 2011

Los poemas de amor, que trascienden al amor mismo, diría que son los verdaderos poemas de amor. Creo que esto es lo que sucede con este poema, dedicado pero universal. Un gusto leerte, saludos, Luna de Nos.-

[Roberto López]

[quote="Alberto Madariaga"]

Una lectura que me ha deleitado, Alberto. Saludos.