de pajas y palo seco,
expongo mi cuerpo enteco,
en medio del campo estoy.
Ni me muevo ni me voy
firme con mi chubasquero
sólo se mueve el sombrero
cuando el aire fuerte sopla
arrancandome una copla
en silbido pinturero.Tampoco pongo denuedo
por no malgastar un gesto
cuando el pájaro indigesto
en mi hombro deja el miedo.
Y a veces hasta oír puedo
el put-put de la abubilla,
a mis pies correr la ardilla,
con sus pollos la perdiz
corre hacia el grano feliz,
¡Un campo de maravilla!
