Guillermo Cuesta escribió:A mí se me perdone ser discreto.
Que me perdone Dios y el Ángel Santo
de la Guarda. También el Sacrosanto
Espíritu que inspira este soneto.
Que ustedes me perdonen si me meto
en sitio de once varas. ¡Ay que espanto
saber que si me muero me adelanto
al éxtasis crucial de estarme quieto.
No sé por qué ni cómo ni por dónde
espero hacer camino. Voy confuso
tocando puerta a puerta. No responde
ya nadie a mis llamadas. ¿Es abuso
reivindicar al Dios que corresponde
para que no me tomen por intruso?
_________________
Un poeta es un torbellino, su energía es el mismo mundo.
Nadie puede estar quieto cuando hay versos como estos..
Muy bueno Guillermo
abrazos
lázaro.