
Te extraño,
no se si es el vocablo exacto
para decir que eres mi complemento,
uno adquiere la costumbre de dejarse arrastrar por lo dulce,
por el agrado de alguna vez, tiempo pasado
que conduce a lo que tuve.
Yo le llamo ausencia.
De pronto se hace todo geografía.
New Orleans se te parece a la difunta Habana de los años cincuenta,
la de los libros,
la de tus padres que heredaste
sin las ruinas.
La muerte tiene la sutileza de virgen serena
cuando cabalga como unicornio blanco
reflejado
en mis pupilas siempre abiertas.
Hay horas que sin quererlo, son como hogueras
donde se queman
los recuerdos
y la memoria de la piel
juega a no envejecer.
Hoy admito el raro delito de torturarme
a mí mismo,
hablar de política con la señora Rita,
la que nos dio cabida después del atentado,
cada mirada suya es una pregunta,
cada respuesta mía, una tortura.
Aquí estoy con mis pies sembrados en tierra de destierro,
con mi sombra que te nombra
en cada esquina,
con mis manos que han quedado
sin las tuyas.
Algún día sabrás que la soledad es un ejército
de duendes,
que la patria es un grupo de parias que dominan
y que apenas hablo cuando te extraño
mientras Batman dejó
de ser héroe, en la mente
de un joven
que asesina.
lázaro.