
"Toquen el violín. Bailen la danza del vientre delante de velas rosas.
Maten a su perro. Preséntense al Alcalde. Vivan en un barril. Pártanse la cabeza con un hacha.
Planten tulipanes bajo la lluvia. Pero no escriban poesía "
Charles Bukowsky
Me dicen que Bukowsky rompió con el modelo
de vida americana
y que el viejo vomitaba historias
underground
con la facilidad de una bala
en la recámara
y que las putas se tatuaron
su poema
en una nalga
después de una jornada
de borrachos
y policías.
Me piden que lo lea para vacunarme
contra la hipocresía
de un sistema,
que el viejo Hank con sangre de cerveza
es la otra mejilla
de una mentira
de una sociedad purulenta.
Los enemigos de los Unidos
buscaron su profeta
lo achucharon como un perro
!Dale Hank, ataca !
"vomítale la cara
muéstrale que puedes sobre la muerte",
que no hay un pedazo de culo
en este mundo
de cien dólares.
Ahora Hank, te califican de racista
con poemas muy fuertes,
que no le gustas a las mujeres,
ahora dicen
(después que conocen tu fortuna)
que no vales ni un milímetro,
Te digo :-Qué falta nos hace Hank -.
Mañana hay una peregrinación hasta tu tumba,
estaré allá
con mis amigos.
lázaro.
Esa noche nos contó una anécdota de Bukowski: “Una vez estaba Charles en una barra, solo, como siempre, y llegó un amigo. ¡Charles, Charles! Qué coño quieres, le preguntó Bukowski sin mirarlo, porque estaba viendo algo en su cerveza. Charles, al fin tengo el apartamento que quería. Tiene un salón inmenso, una vista del carajo al mar, y mucha ¡paz!, ¡paz!. ¡Ahora sí voy a crear! Bukowski volteó y lo vio fijamente con total sequedad, y le respondió: Nooo, nené. Aire, tiempo, espacio y luz, eso no lo necesitas para crear. Tú vas a crear cuando tengas a los 5 muchachos encima de ti pidiéndote la comida; vas a crear cuando llegues borracho de madrugada y tu esposa te esté esperando al final de las escaleras; vas a crear cuando te asomes por la ventana y veas el infierno que hay ahí afuera. Nooo, Nené. Aire, tiempo, espacio y luz, eso no lo necesitas para crear”.
Bebemos, no para emborracharnos, “sino para olvidarnos del mundo” como dice Charles… Charles Bukowski.