Rafel Calle escribió:Hermoso poema, amiga María Pilar, en el que, a mi juicio, se sigue notando la evolución positiva que posiblemente comenzó con “Ya no estás solo”.
Veamos, en la primera estrofa la rima está bien dispuesta, alternada y asonante, sería el modelo a seguir (me refiero a la disposición, pero no tiene por qué ser la misma rima en todo el poema).
Cuidado con los ripios. Cuidado con la voz “ya”, es demasiado primaria. Cuidado con los lugares facilones (junto a tu pecho).
En los signos de puntuación hay cierto batiburrillo, pienso que es mejor ponerlos todos, o bien, quitarlos todos.
Las últimas estrofas me confunden, pierdo el referente, no sé a quién te diriges.
En fin, ha sido un placer. Felicidades por este poema de versos hermosos, buena musicalidad y mucha vocación transmisora, donde se desarrolla un enfriamiento de lo que fue llamarada. Cuando el fuego se aleja, como es natural, se extingue el calor.
Un cordial abrazo.
Hola Rafael:
Te agradezco enormemente tu paso por mis letras, más aún, que además te tomes la molestia de intentar desgranar aquello que pretendo mostrar, aunque no siempre lo consiga.
Hacerse entender no siempre resulta sencillo.
Es un honor que pienses que existe en mí una evolución positiva, aspiro a ello con total humildad.
Tengo el pequeño vicio de utilizar la palabra "ya" en demasiadas ocasiones, supongo que forma parte de mi sello personal, será porque me gusta aquello que escribía Góngora:
[TABLE][TR][TD]Ya besando unas manos cristalinas,
ya anudándome a un blanco y liso cuello,
ya esparciendo por él aquel cabello
que amor sacó entre el oro de sus minas,[/TD][/TR][TR][TD]ya quebrando en aquellas perlas finas
palabras dulces mil sin merecello,
ya cogiendo de cada labio bello
purpúreas rosas sin temor de espinas,[/TD][/TR][TR][TD]estaba, oh claro sol invidïoso,
cuando tu luz, hiriéndome los ojos,
mató mi gloria y acabó mi suerte.[/TD][/TR][TR][TD]Si el cielo ya no es menos poderoso,
porque no den los tuyos más enojos,
rayos, como a tu hijo, te den muerte.[/TD][/TR][/TABLE]
Bromas aparte, la cuestión que me planteas sobre los lugares facilones: junto a tu pecho... creo firmemente que las mujeres (esto es una opinión personal) tendemos a sufrir y a mostrar nuestro sufrimiento en el pecho, ya sabes lo que dice el Talmud hebreo al respecto: Dios cuenta las lágrimas de las mujeres.
Debo darte la razón en los signos de puntuación, seguramente publiqué el poema tal y como me vino y no corregí exhaustivamente.
Luego me pongo manos a la obra.
En las últimas estrofas hablo de lo mismo o casi que en las primeras, la desesperación de quien ha perdido a las dos personas que más amaba: a su amante y a su hijo no nacido.
He intentado diferenciar esas estrofas con espacios más anchos, puede que eso no haya sido suficiente.
El placer ha sido mío Rafael, no dudes en venir a mis letras siempre que quieras, para compartirme tus opiniones y tus buenos consejos.
Un abrazo Maestro.