Julio Bonal escribió:
COLOR SECANTE
Ha andado mucho, ha andado tanto
que se le han juntado los pies con las raíces
y no los puede mover.
Entonces se detiene, busca, urde
un color, enjuga una lágrima con él
–una lágrima sola no desfigura a un hombre–.
Piensa: qué lejos estoy, y detrás nada.
No acierta a saber si es el principio o el final.
Medita en eso largo rato. Luego,
se esfuerza sobrehumanamente en moverse de nuevo,
pues ha oído que detenerse es morir.
Se arrastra. Avanza. Se arrastra. Avanza.
A estas alturas no importa una incertidumbre más.
(Ya, bueno, es un poema de juventud, se nota, lo dejo igual)
El instinto y la voluntad de vivir es una programacion que hasta al suicida le cuesta vencer. Un poema filosofico planteado con inteligencia y pulcritud.
Abrazos,
ERA