La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Juan Fionello escribió:Los perros duermen. Sus ojos envejecen.
En la pared viven ondas descartadas,
se escucha el nacimiento del calor
y el tabaco
causa en mí una metástasis de olvido. Sin recuerdos los perros duermen. Sus ojos envejecen.
Una muchacha entrecruza
la risa con las manos
y presiente su melena,
toses doradas sobre sus labios negros. Vírgenes aún los perros duermen. Sus ojos envejecen.
Un trapo pastorea
al polvo atomizado.
¡Dos mil doce, dos mil doce!
Los sofás son planetas,
el sonido es oxígeno,
el color de sus dedos
es mi sed, mi saliva
en patines resbala
por mi barba de meses.
Es obvio que estoy vivo
bajo el cielo, insensible,
acostado en la alfombra que forma mi nombre.
E igual que si fuera
un perro que duerme,
cada vez más deprisa
mis ojos envejecen.
Tiene tu poema en versos blancos cierto aroma navideño, pero original y creativo. No sólo las sutiles alusiones al periodo festivo hacia el que caemos, sino también esos estribillos que nos van dando pie a vivir el poema con aire de villancico, enriquecen, ¡y de qué manera!, el resultado final. Brillante y estimulante, amigo Juan Fionello. Una nueva vía de expresión y de utilización del verso, muy loable. Esa identificación final con el mendigo mientras el mundo sigue girando y zumbando a su alrededor, sorprende. Con un abrazo.
Salud
No es que lo hiciera premeditadamente, pero en algún momento yo también pensé que tenía este poema un aire de extraño villancico. Muchas gracias por la favorable impresión que me transmites, Julio, y Feliz, Navidad, a pesar de todo.
Juan Fionello escribió:Los perros duermen. Sus ojos envejecen.
En la pared viven ondas descartadas,
se escucha el nacimiento del calor
y el tabaco
causa en mí una metástasis de olvido. Sin recuerdos los perros duermen. Sus ojos envejecen.
Una muchacha entrecruza
la risa con las manos
y presiente su melena,
toses doradas sobre sus labios negros. Vírgenes aún los perros duermen. Sus ojos envejecen.
Un trapo pastorea
al polvo atomizado.
¡Dos mil doce, dos mil doce!
Los sofás son planetas,
el sonido es oxígeno,
el color de sus dedos
es mi sed, mi saliva
en patines resbala
por mi barba de meses.
Es obvio que estoy vivo bajo el cielo, insensible, acostado en la alfombra que forma mi nombre.
E igual que si fuera
un perro que duerme,
cada vez más deprisa
mis ojos envejecen.
Mueves la idea con gran genialidad con muy buenos versos Juan.
Noto un aire de tristeza o por lo menos me llegó esa sensación.
!Un nuevo año y las cosas siguen iguales ! aunque hay algunos ojos que envejecen..
Me gustó mucho !
abrazos
lázaro
Bueno, Lázaro, el poema rebusca en emociones tristes, y sí, creo que tiene esa tristeza de la que hablas. Envejecer es una buena cosa desde muchos puntos de vista, pero creo que todos nos resentimos en muchos momentos. Muchas gracias por tus amables palabras y recibe un gran abrazo.
Josefa A. Sánchez escribió:No se si envejecen nuestros ojos o nuestra mirada hacia lo que nos rodea, pero lo cotidiano, a veces, es el espejo a traves del cual se embellece lo que miramos. Me ha gustado el poema y lo he disfrutado.
Un abrazo.
Pepa
Por desgracia creo que envejecen ambas cosas, nuestros ojos y nuestra mirada, o quizá tendría que decir "por fortuna", porque de otro modo seríamos o bien unos jóvenes en cuerpos de viejo o unos viejos en cuerpos inmaduros. Me gustó tu comentario y te lo agradezco de corazón, paisana.