Sosteniendo

[Marisa Peral]

«En el taller del alma maduran los deseos,
crece, fresca y lozana, la ternura,
imitando tu sombra,
inventando tu ausencia
tan honda y sostenida»

Efraín Huerta
---


Sosteniendo las nieblas
Noviembre ha renacido luminoso,
como si fuera un regalo para santos y muertos.

No fui a llevaros flores y sé que no hace falta,
tan sólo es un consuelo regalaros aromas de crisantemos
tan tristes como mis ojos.

No fui a llevaros flores;
iré tal vez mañana, o en Diciembre,
cuando la Flor de Pascua os llene de colores.

Sosteniendo el aliento invoco una plegaria,
un hablar con vosotros
como si aún estuviéramos cantando sobremesas.

Me cuesta inventaros en esa siesta fría y prolongada
y me duele irme ahora imitando vuestra ausencia,
«tan honda y sostenida»

«En el taller del alma maduran los deseos»

Aun sin estar...
estáis.

«crece, fresca y lozana, la ternura»

Y seguís
sosteniendo.

Sos
te
nién
do
me.

[/align]
---
©MAR




P.D. Como cada noviembre, me permito reponer este poema, siempre en mi corazón.

[Javier Dicenzo]

Muy original tu poema amiga saludos

[Guillermo Cumar.]

Un poema que se convierte por tu arte en un gran ramo de flores bellas y aromáticas. Qué mejor presencia que esa??

Un abrazo

Guillermo

[Gabriel Vidal]

«En el taller del alma maduran los deseos,
crece, fresca y lozana, la ternura,
imitando tu sombra,
inventando tu ausencia
tan honda y sostenida»

Efraín Huerta
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Sosteniendo las nieblas
Noviembre ha renacido luminoso,
como si fuera un regalo para santos y muertos.

No fui a llevaros flores y sé que no hace falta,
tan sólo es un consuelo regalaros aromas de crisantemos
tan tristes como mis ojos.

No fui a llevaros flores;
iré tal vez mañana, o en Diciembre,
cuando la Flor de Pascua os llene de colores.

Sosteniendo el aliento invoco una plegaria,
un hablar con vosotros
como si aún estuviéramos cantando sobremesas.

Me cuesta inventaros en esa siesta fría y prolongada
y me duele irme ahora imitando vuestra ausencia,
«tan honda y sostenida»

«En el taller del alma maduran los deseos»

Aun sin estar...
estáis.

«crece, fresca y lozana, la ternura»

Y seguís
sosteniendo.

Sos
te
nien do
me.

---
©MAR

Es un poema bellisimo: tan sólo es un consuelo regalaros aromas de crisantemos
tan tristes como mis ojos.

Aun sin estar estáis


felicitaciones por el lenguaje que comunica muy bien lo que sientes que es universal.

Un beso. Gabriel

[Josefa A. Sánchez]

No hay flores como estas que has hecho florecer en las palabras para honrar a los ausentes. Y sí, ahi siguen, sosteniendonos, como bien dices. Una emoción grande leerte.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

No hay flores como estas que has hecho florecer en las palabras para honrar a los ausentes. Y sí, ahí siguen, sosteniendonos, como bien dices. Una emoción grande leerte.
Un abrazo.
Pepa

[María de la Cruz Díaz]

Imágenes de tu corazón que rememora a los que ya se han ido, logras delinear en el pergamino tus emociones en suave caricia para la mirada.

Abrazos

Maricruz

[Alberto de la Mata]

Un gusto leer tu poema, Marisa, los versos llegan delicadamente al lector.
Un saludo.

[Maria Pilar Gonzalo]

El mes de noviembre se presta a la tristeza sin duda, más aun cuando los nuestros se encuentran en esa siesta fría de la que hablas.

Sin embargo, consigues que toda esa pena, se transforme en belleza y delicadeza, en ternura y sosiego.
Me ha encantado leer este poema Marisa.

Un abrazo grande.

[Marisa Peral]

«En el taller del alma maduran los deseos,
crece, fresca y lozana, la ternura,
imitando tu sombra,
inventando tu ausencia
tan honda y sostenida»

Efraín Huerta
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Sosteniendo las nieblas
Noviembre ha renacido luminoso,
como si fuera un regalo para santos y muertos.

No fui a llevaros flores y sé que no hace falta,
tan sólo es un consuelo regalaros aromas de crisantemos
tan tristes como mis ojos.

No fui a llevaros flores;
iré tal vez mañana, o en Diciembre,
cuando la Flor de Pascua os llene de colores.

Sosteniendo el aliento invoco una plegaria,
un hablar con vosotros
como si aún estuviéramos cantando sobremesas.

Me cuesta inventaros en esa siesta fría y prolongada
y me duele irme ahora imitando vuestra ausencia,
«tan honda y sostenida»

«En el taller del alma maduran los deseos»

Aun sin estar...
estáis.

«crece, fresca y lozana, la ternura»

Y seguís
sosteniendo.
Sos
te
nien do
me.
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©MAR

No entiendo cómo se me pasó dar las gracias a cuantos me dijistéis que os gustó este poema al que tengo un gran cariño.
Lo hago ahora, aunque tarde, a javier, Guillermo, Gabriel, Pepa, María, Alberto y María Pilar.
Gracias por vuestras palabras y me alegro mucho si, en su día, os dijeron algo mis versos.
Un abrazo.

[Marisa Peral]

Como cada noviembre, me permito reponer este poema, siempre en mi corazón.

«En el taller del alma maduran los deseos,
crece, fresca y lozana, la ternura,
imitando tu sombra,
inventando tu ausencia
tan honda y sostenida»

Efraín Huerta
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Sosteniendo las nieblas
Noviembre ha renacido luminoso,
como si fuera un regalo para santos y muertos.

No fui a llevaros flores y sé que no hace falta,
tan sólo es un consuelo regalaros aromas de crisantemos
tan tristes como mis ojos.

No fui a llevaros flores;
iré tal vez mañana, o en Diciembre,
cuando la Flor de Pascua os llene de colores.

Sosteniendo el aliento invoco una plegaria,
un hablar con vosotros
como si aún estuviéramos cantando sobremesas.

Me cuesta inventaros en esa siesta fría y prolongada
y me duele irme ahora imitando vuestra ausencia,
«tan honda y sostenida»

«En el taller del alma maduran los deseos»

Aun sin estar...
estáis.

«crece, fresca y lozana, la ternura»

Y seguís
sosteniendo.

Sos
te
nién
do
me.

[/align]
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©MAR

[E. R. Aristy]

«En el taller del alma maduran los deseos,
crece, fresca y lozana, la ternura,
imitando tu sombra,
inventando tu ausencia
tan honda y sostenida»

Efraín Huerta
---


Sosteniendo las nieblas
Noviembre ha renacido luminoso,
como si fuera un regalo para santos y muertos.

No fui a llevaros flores y sé que no hace falta,
tan sólo es un consuelo regalaros aromas de crisantemos
tan tristes como mis ojos.

No fui a llevaros flores;
iré tal vez mañana, o en Diciembre,
cuando la Flor de Pascua os llene de colores.

Sosteniendo el aliento invoco una plegaria,
un hablar con vosotros
como si aún estuviéramos cantando sobremesas.

Me cuesta inventaros en esa siesta fría y prolongada
y me duele irme ahora imitando vuestra ausencia,
«tan honda y sostenida»

«En el taller del alma maduran los deseos»

Aun sin estar...
estáis.

«crece, fresca y lozana, la ternura»

Y seguís
sosteniendo.

Sos
te
nién
do
me.

[/align]
---
©MAR




P.D. Como cada noviembre, me permito reponer este poema, siempre en mi corazón.

Todo esta y es en el corazón. Tu bello corazón!

"No fui a llevaros flores y sé que no hace falta,
tan sólo es un consuelo regalaros aromas de crisantemos
tan tristes como mis ojos."


Un abrazo infinito, querida Marisa.

[Marisa Peral]

«En el taller del alma maduran los deseos,
crece, fresca y lozana, la ternura,
imitando tu sombra,
inventando tu ausencia
tan honda y sostenida»

Efraín Huerta
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Sosteniendo las nieblas
Noviembre ha renacido luminoso,
como si fuera un regalo para santos y muertos.

No fui a llevaros flores y sé que no hace falta,
tan sólo es un consuelo regalaros aromas de crisantemos
tan tristes como mis ojos.

No fui a llevaros flores;
iré tal vez mañana, o en Diciembre,
cuando la Flor de Pascua os llene de colores.

Sosteniendo el aliento invoco una plegaria,
un hablar con vosotros
como si aún estuviéramos cantando sobremesas.

Me cuesta inventaros en esa siesta fría y prolongada
y me duele irme ahora imitando vuestra ausencia,
«tan honda y sostenida»

«En el taller del alma maduran los deseos»

Aun sin estar...
estáis.

«crece, fresca y lozana, la ternura»

Y seguís
sosteniendo.

Sos
te
nién
do
me.

[/align]
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©MAR




P.D. Como cada noviembre, me permito reponer este poema, siempre en mi corazón.

Todo esta y es en el corazón. Tu bello corazón!

"No fui a llevaros flores y sé que no hace falta,
tan sólo es un consuelo regalaros aromas de crisantemos
tan tristes como mis ojos."


Un abrazo infinito, querida Marisa.

Este año sí fui a llevarles flores, a todos.
Mis hijos y nietos también me acompañan y en el caso de mi marido, sus cenizas están por los rincones de toda la Aldea.
Así nos lo pidió y así lo hacemos, cada uno tiene su sitio para dejarlas que es en donde le recuerdan.
Gracias por tus bellas palabras, Roxana.
Un beso.