La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Alejandra Goerne escribió:Hondo, precioso y profundo como todo lo tuyo Era. Coincido con el pensamiento detrás de la reflexión a la que nos encaminas, como tú, pertenezco a esa generación y como tú, también creo que todavía queda cielo en donde aletear aunque sea lentamente. Te mando un gran abrazo poeta.
Qué bellas y ciertas son tus palabras Alejandra! Un gran abrazo para tí bella poeta.
Un poema de una profundidad y coherencia que cautiva, además de belleza y una estrofa final maravillosa para cerrar una obra completa y sobresaliente. Mis abrazos de amigo.
"Para saber que sabemos lo que sabemos, y saber que no sabemos lo que no sabemos, hay que tener cierto conocimiento" (Nicolás Copérnico)
Ver es más que abrir los ojos y apuntar nuestras angustias. Es más que calibrar las agujas del pecho a la rutina.
( http://lascosasdelmonje.blogspot.com/ )
Ayer las paredes se pintaban los diciembres de un verde arrebatadizo.
Las ventanas clausuradas por una pena oxidada y terca
cumplỉan sus sentencias consecutivas (y de alguna forma
nos protegỉan del vaho de la calle).
No sẻ cόmo sobrevivimos hasta la pubescente esperanza
de que pertenecỉamos a la sociedad, y llegada la hora
salimos con flores prendidas en las orejas.
En alas de querubines volaban nuestros ojos
sobre las praderas infernales de una vocaciόn a soňar.
No importaba cuanto se calentara la tierra,
ni que rayo partiera la vitrina que guardaba aquellos dulces
de Lucinda, aquellos dulces que salỉan de un clavo gigante
a las manos de melao virginal de Loana.
Sin tiempo nos hicimos amantes del infortunio, artistas excẻntricos,
destilando lἁgrimas de sangre sobre panes crujientes y fofos
como los pisos que quedan bamboleando despuẻs del derrumbe.
Quizἁ por no tomar un bando activo y llamarnos generaciόn
del 80, o algo que al unirnos a ello, nos pusiera sobre el tablado
de un café en Espaňa, o en la vieja Habana y nos diera el aire de intelectuales
comprometidos con la vanguardia y con la abrasadora vanidad de poseer
opiniones de peso sobre la condiciόn humana, quizἁ por eso nos escurrimos en el sumidero donde cae la grapa que sujeta la verdad,
pero que de alguna forma hinca al coeficiente del melodrama actual.
Ya vieja, mi causa siguen siendo mis pies y los pἁjaros que se alborotan en mi cabeza cada vez que pasa el tren. Si el orbe es una idea plantada en mi cerebro,
ya no hay mundo, solo el aleteo de estos pἁjaros que todavia creen que hay cielo.
Hoy han sido horas de muchos recuerdos y tu poema..uff
puso la tapa al pomo..
Creo que estoy viejo, me he sentido blue
abrazos
lázaro
Te extraño amigo, espero estés bien y que regreses a Alaire. Un beso, Roxane
¡Qué inmenso es este poema! Plantada en la realidad, con valentía heroica y humana, nos exhuma el pasado, pero no de manera histórica, anecdótica, sino en cuanto a impresiones marcadas a fuego existencial, a vivencias puras, a laceraciones que produce la cicatriz verdadera. Este poema es un compendio de vida, una pincelada subyugante de unos cuadros plenos de gritos y susurros que recuperan un poderoso ayer, una época toda (para ser más justo). Además, se le suma una forma versicular perfecta, con certeras yuxtaposiciones de imágenes y metáforas y paralelismos sintácticos y semánticos. Es un poema sobrecogedor, único, que lo recordaré siempre, y que lo leeré a cada tanto, para no olvidar nunca cómo nos hace un nudo en la garganta la genuina poesía.
Me es un honor decirte amiga.
Óscar
La poesía es la única soga de la cual dispongo siempre que caigo en el pozo del todo sin sentido.
Ayer, las paredes pintaban los diciembres de un verde arrebatadizo.
Las ventanas clausuradas por una pena oxidada y terca
cumplỉan sus sentencias consecutivas (y de alguna forma
nos protegỉan del vaho de la calle).
No sẻ cόmo sobrevivimos hasta la pubescente esperanza
de que pertenecỉamos a la sociedad, y llegada la hora
salimos con flores prendidas en las orejas.
En alas de querubines volaban nuestros ojos
sobre las praderas infernales de una vocaciόn a soňar.
No importaba cuanto se calentara la tierra,
ni que rayo partiera la vitrina que guardaba aquellos dulces
de Lucinda, aquellos dulces que salỉan de un clavo gigante
a las manos virtuosas de Sabina.
Sin tiempo nos hicimos amantes del infortunio, artistas excẻntricos,
destilando lἁgrimas de sangre sobre panes crujientes y fofos
como los pisos que quedan bamboleando despuẻs del derrumbe.
Quizἁ por no tomar un bando activo y llamarnos generaciόn
del 80, o algo que al unirnos a ello, nos pusiera sobre el tablado
de un café en Espaňa, o en la vieja Habana y nos diera el aire de intelectuales
comprometidos con la vanguardia y con la abrasadora vanidad de poseer
opiniones de peso sobre la condiciόn humana, quizἁ por eso nos escurrimos en el sumidero donde cae la grapa que sujeta la verdad,
pero que de alguna forma hinca al coeficiente del melodrama actual.
Ya vieja, mi causa siguen siendo mis pies y los pájaros que se alborotan en mi cabeza cada vez que pasa el tren. Si el orbe es una idea plantada en mi cerebro,
ya no hay mundo, sólo el aleteo de estos pájaros que todavia creen que hay cielo.
J. J. Martínez Ferreiro escribió:Muy bueno este "pajaros sin cielo". Como dice el sabio Julio Gonzalez, un poema profundo y reflexivo, donde la poeta se hace eco de esa generación, en la cual me incluyo, un tanto desengañada y esceptica, muy criticada pero a la vez crítica con la realidad social e intelectual que le ha tocado vivir, consciente de todo ello, y por lo tanto no tan "desnortada" como puede parecer. Creo que la poeta se justifica y justifica a esta generación, en ese magnífico final:
"Ya vieja, mi causa siguen siendo mis pies
y los pἁjaros que se alborotan en mi cabeza cada vez que pasa el tren.
Si el orbe es una idea plantada en mi cerebro,
ya no hay mundo, solo el aleteo de estos pἁjaros que todavia creen que hay cielo"
Biquiños
Biquiños, querido y admirado Ferreiro. AgrAdezco tus palabras. ERA