Rafel Calle escribió:Pilar Morte escribió:Ya no vuelan palomas por las nubes azules,
solo a ras, para no perder el rastro,
para divisar la tierra despierta.
A veces se detienen valerosas
a la orilla del cieno, es su forma de grito,
la voz que tiembla.
Saben que elevar su vuelo
despinta el horizonte,
un lugar de silencio quebrado en las esferas,
la música del miedo, un eco de tormenta
que nos refugia en cantos aparentes.
Sobre la arena se hunden las huellas ideales,
se vence lo que fue sin nombre
y recoge nostalgias olvidadas
de memorias colgadas de la historia.
Sentir demasiado
agota expectativas, pero es el agua que mantiene al río,
la boca que succiona los panales,
el viento que abre la sonrisa
la piel que se desnuda a la existencia.
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Hermoso trabajo, querida amiga Pilar, en el que observo detalles de una apropiada evolución versal. La técnica está presente en los versos que intercalas (aposición), en la sustitución de conjunciones por signos de puntuación (asíndeton), en los encabalgamientos bien construidos, en el desarrollo metafórico en las estrofas, y en la pertinencia simbo-lógica a lo largo de todo el poema.
Por otra parte, consigues versos que pueden catalogarse de hallazgos en el cosmos poético de Pilar Morte, versos muy hermosos. Ahí le duele a la falta de madurez, al no sumar. Y es que la hermosura lo es todo en el mundo del poema. Porque la hermosura cala hasta en las sensibilidades más impermeables.
En cuanto a la estructura, decirte que también hay signos de madurez pero eso ya no es novedad, sino que te encaminas despacio pero segura hacia la combinación deseada. Despacio, porque el poema es un multimétrico primario o, lo que es lo mismo, un polimétrico con versos de signo impar salvo en dos ocasiones; Quiero decir que tanto si es multimétrico, como si es polimétrico, adolece de variedad (un solo verso largo), si bien, eso no es malo, solo dice que la combinatoria rítmica del autor está evolucionando, y lo hace satisfactoriamente.
Segura, porque hay un dominio del ritmo acentual, se nota que la autora lleva las riendas del entramado melódico.
En fin, ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Queda poco para Madrid, jajaja.
Un fuerte abrazo.