Gabriel

Mama y Gabriel
A mi amado nieto
La revelación no es mostrar la cara y el revés de las mentiras,
eso lo conoce íntimamente el mundo, mas bien, la única revelación posible
es la esencia dinámica de la verdad.
E. R. Aristy
Se desgaja dulce la luz oculta,
el tibio fulgor del viaje de tu llanto,
el almíbar y la nuez de tu nombre,
su vibración luminosa en las voces de los ángeles.
En medio de todo
el túnel azul de tu inocencia
abre la selva y sus rumores,
se desparrama entre los juncos
un inexorable bienestar
recogido en las entrañas de tus ojos;
una estrella en formación,
un palomar susurrante bajo la lluvia
te arrullan en las alas de los grillos,
te dan a los brazos del moriviví,
te dan sus pechos hinchados de líquidos
sueños y te alimentan esas primeras horas
cuando tu boca pregunta amor y
en ella un instinto responde.
Tu boca anhelante se pega del pezón de vida
tu llanto aclama aquello que percibes,
da...
Dádiva divina,
a la merced de todo cuanto toque
su tierna piel.
Tu poder, tu indefensa belleza
que me recuerda la sabiduría de la inocencia
que aunque mimosa,
me invita a volver a los brazos más pequeños
y capaces de sostener la inmensa profundidad de la ternura.
En tus manitas eternas pongo mi entrega:
la esfera de mi corazón para que juegues.
E. R. Aristy