sestean de la calceta las agujas de los pinos...
... quiebran piñas canículas entre piñones..
Y el estío
embriaga los romerales a la sombra del membrillo
mientras pacen
- al desgaire del milano -
como uvas,
las parvas en los trigales.
¡ Silencio !
Hasta el río duerme la siesta en la poza.
( A pesar del tiempo que data este poema (2005), la siesta data de muuucho tiempo más atrás, por tanto y especialmente en verano, agosto de 2010 en Alicante, espanto de calor y desgana, retomo este poema mientras el sopor adormece mis ideas.)