CANCIÓN ADOLESCENTE

[José Manuel Sáiz]

Este poema ha sido modificado

[Isabel Moncayo]

Aquellos maravillosos años de adolescente queriendo perder la inocencia, lo has plasmado de forma muy bella José Manuel, me encantó sobre todo la primera estrofa y el cierre, al que le das color de ensueño me parece muy apropiado.

Todo un placer la lectura y la emoción.

Un abrazo

[Begoña Egüen]

CANCIÓN ADOLESCENTE


Me decías
que el muérdago representaba para ti
mucho más que una promesa,
y que el vencejo
–aquél que creí a salvo entre tus manos-,
no murió.
Sin embargo
nunca me besaste bajo la ramita verde de tu puerta,
y yo sé que los vencejos se mueren
en las manos de temor.
Eras una niña con sabor a pan bajo la blusa
y yo crecí con la promesa
de tus besos
por error.

No recuerdo, –¡hace tanto tiempo!-,
qué pasó con aquel retrato que guardé
entre mis cosas de olvidar: ése
donde tú tenías entre las manos un pajarito
que siempre está en el aire
y yo a tu lado la verde rama
de mi esperanza por tu amor.

Siempre fui propenso
a las promesas de tus labios
y adicto al alimento
de tu blusa y de tu voz
(miguitas de pan para el vencejo,
y para aquellos que viven siempre
con un sueño en el corazón).

--oOo--

Un emocionante escrito... precioso en todas sus imágenes... una maravilla. Mi felicitación sincera.
Un abrazo amigo.
BEGOÑA.

[Aubriel Camila de la Prad]

José Manuel, tus poemas siempre me emocionan y me llevan a ese territorio interior que se preserva y al que no se accede con facilidad.
Que bueno leerte!

Besos.

[Maria Pilar Gonzalo]

Un poema de gran ternura y belleza.

Un placer leerte compañero.

Aplauso sincero.

[Gabriel Vidal]

CANCIÓN ADOLESCENTE


Me decías
que el muérdago representaba para ti
mucho más que una promesa,
y que el vencejo
–aquél que creí a salvo entre tus manos-,
no murió.
Sin embargo
nunca me besaste bajo la ramita verde de tu puerta,
y yo sé que los vencejos se mueren
en las manos de temor.
Eras una niña con sabor a pan bajo la blusa
y yo crecí con la promesa
de tus besos
por error.

No recuerdo, –¡hace tanto tiempo!-,
qué pasó con aquel retrato que guardé
entre mis cosas de olvidar: ése
donde tú tenías entre las manos un pajarito
que siempre está en el aire, y yo la verde rama
de mi esperanza por tu amor.

Siempre fui propenso a las promesas de tus labios
y adicto al alimento de tu blusa y de tu voz
(miguitas de pan para el vencejo,
y para aquellos que viven siempre
con un sueño en el corazón).

--oOo--

[Miguel Alcantud]

Preciosa cancion a una adolescencia dulce que por desgracia solo pasa una vez. Un saludo

[Pilar Morte]

Qué gusto entrar y hallar esta maravillosa adolescencia llena de belleza y ternura. Un auténtico disfrute
Abrazos
Pilar

[Gabriel Vidal]

Sin embargo
nunca me besaste bajo la ramita verde de tu puerta,
y yo sé que los vencejos se mueren
en las manos de temor.
Eras una niña con sabor a pan bajo la blusa
y yo crecí con la promesa
de tus besos
por error

Es tu poema, un poema que cala hondo en todos, porque es una experiencia universal los primeros amores, la idealizacion de hacemos.

Me ha gustado Mucho


Un abrazo

[José Manuel Sáiz]

Aquellos maravillosos años de adolescente queriendo perder la inocencia, lo has plasmado de forma muy bella José Manuel, me encantó sobre todo la primera estrofa y el cierre, al que le das color de ensueño me parece muy apropiado.

Todo un placer la lectura y la emoción.

Un abrazo

Muchas gracias Isabel por tu bonito comentario. Recibe mi cordial abrazo.
J. Manuel

[José Manuel Sáiz]

CANCIÓN ADOLESCENTE


Me decías
que el muérdago representaba para ti
mucho más que una promesa,
y que el vencejo
–aquél que creí a salvo entre tus manos-,
no murió.
Sin embargo
nunca me besaste bajo la ramita verde de tu puerta,
y yo sé que los vencejos se mueren
en las manos de temor.
Eras una niña con sabor a pan bajo la blusa
y yo crecí con la promesa
de tus besos
por error.

No recuerdo, –¡hace tanto tiempo!-,
qué pasó con aquel retrato que guardé
entre mis cosas de olvidar: ése
donde tú tenías entre las manos un pajarito
que siempre está en el aire
y yo a tu lado la verde rama
de mi esperanza por tu amor.

Siempre fui propenso
a las promesas de tus labios
y adicto al alimento
de tu blusa y de tu voz
(miguitas de pan para el vencejo,
y para aquellos que viven siempre
con un sueño en el corazón).

--oOo--

Un emocionante escrito... precioso en todas sus imágenes... una maravilla. Mi felicitación sincera.
Un abrazo amigo.
BEGOÑA.

Bueno, tu generosidad me turba un poquito, muchas gracias amiga mía, siempre es un placer leer palabras así.
Un abrazo muy fuerte para ti.
J. Manuel

[Abel Sal]

Tu vuelo es especial, amigo. No me vengan con cuentos, que como dice el tango: "...yo que rodé en mil amores...Que me van a hablar de amor...!!! Puro de principio a fin este poema-fotográfico, lleno de ternura en blanco y negro.
Un gran abrazo.
Abel.

[Simón Vera]

Mucha ternura en este precioso poema, me gustó. Un saludo.

[Mario Martínez]

Hola José Manuel.
Hermoso poema de adolescencia, amigo mío. Me encanta como escribes, amigo mío. ¿Lo sabes, verdad?
Un abrazo.
Mario.

[Juana Martín]

Una delicia de versos, me han encantado, José Manuel. Saludos.