
Es imposible, amar al que no sabe.
Las sentencias oblicuas
hacen paredes en el techo
de la ambigüedad.
Se forma una continua sintaxis
de materia desgastada,
que se encuentra
en la sabia nívea del alma,
desangrando cicatrices morales.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Gracias querida amiga ... siempre tan generosa con tus comentarios...te lo agradezco de corazón.Maria Pilar Gonzalo escribió:Es cierto amiga Begoña, no se puede amar a quien no sabe, tampoco al que no quiere aprender.
Me he quedado con la sensación de leer una plegaria lanzada al infinito.
Es un placer leer tus versos tan intimistas y hermosos.
Un abrazo sincero.
Gracias estimada amiga por la deferencia de leerme y comentarme.Pilar Morte escribió:Has expresado bien esa imposibilidad. Un gusto leerte
Abrazos
Pilar
Apreciado amigo:Juan Vicedo escribió:AMIGA BEGOÑA: Es un gusto aprender en tus poemas, en un poema tuyo, algo que ya resulta sabido en prosa. Un abrazo.
Estimado amigo:Arturo Juárez Muñoz escribió:Muy dulce Begoña:
¿Y dónde quedó aquello que el amor es ciego; que se da sin esperar nada; que es un sentimiento unilateral y unívoco sin reflejo ni eco ni nada?
Por supuesto que estoy de acuerdo contigo. Pareciera paradójico imaginar un amor que enseña a amar, y que amar es dar sin esperar nada.
Los círculos se cierran en el alma sólo a través del estímulo satisfecho de la respuesta anhelada. De no er así, normalmente le llamamos decepción, tristeza, desencanto.
Es un gusto leerte:
Arturo Juárez Muñoz
Gracias apreciado amigo por la cortesía que haces al leerme y comentarme.Juan Fionello escribió:Me gusta esta lírica reflexión que nos regalas, Begoña. Felicidades por el poema.
Un abrazo.