
TSUNAMIS DE AMOR
Me duele el griterío de gaviotas
al irse de mi playa.
Desierta y omitida, reposa mansamente.
Sólo yacen en ella
retazos de nostalgias y silencios.
Viven en orfandad mis manos sin su tacto.
Partieron sus mareas
a otras costas del sur, mas la memoria
me trae mil tsunamis de amor
en húmedos manojos de recuerdos.
Candela Martí