Una canción desesperada
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
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Una canción desesperada
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
Pablo Neruda
Me gusta cuando hablas
porque parece que un beso te abriera la boca.
En las tardes tus ojos cambian como el tiempo,
son ojos que en las olas disuelven
su clímax de esperanto,
artificios que vienen con nombres raros,
pero que son realmente
“ made in China”.
Me gusta cuando Nervo se inventó otro nombre,
su voz de narrador impresionista,
los veinte amores de Pablo
pujados desde mi útero,
y cuando se cansa Neruda, de ser hombre…
Me gusta cuando tiembla
en tu iris un desnudo estruendo,
ayer quizás fue un sueño,
una orquestación de sinestesias,
tu mano contaba un cuento,
tus ojos tenían hambre,
tus pies eran como las nalgas
de un bebë,
los míos tenían callos, y no te diste cuenta.
Era
mi hambre de brazos quien te escuchaba
a veces,
yo escribí los versos más infelices,
¿recuerdas?
“Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.”
Tus veinte poemas de amor
sangraron por mis narices.
Me gusta cuando ardes
como un fuego forestal,
y yo a lo lejos, enciendo mi cigarrillo.
Me gustas porque fuiste
el arco y yo la flecha
_imagina con qué fuerza me perdiste de vista,
imagina con qué poder alcanzo a traspasar a tu noche
-infinita-
E. R. Aristy
- lazaro Habana
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De los que realmente me emocionan. Hay una valentía
con finas manos de mujer que invitan a besdarlas.
Te admiro de veras. Gracias
abrazos
lázaro
Hay que estar loco.
A la literatura, al amor y a los animales
no se les puede hacer trampas.
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re: Una canción desesperada
Biquiños.
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Álvaro Pieras escribió:Salgo muy complacido de tu estupendo poema. Un gusto, Roxana.
Saludos.
Me alegra mucho Alvaro, gracias amigo poeta. Un abrazo,
Roxane
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re: Una canción desesperada
Abrazos
Pilar
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Juli
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Re: Una canción desesperada
E. R. Aristy escribió:Una canción desesperada
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
Pablo Neruda
Me gusta cuando hablas
porque parece que un beso te abriera la boca.
En las tardes tus ojos cambian como el tiempo,
son ojos que en las olas disuelven
su clímax de esperanto,
artificios que vienen con nombres raros,
pero que son realmente
“ made in China”.
Me gusta cuando Nervo se inventó otro nombre,
su voz de narrador impresionista,
los veinte amores de Pablo
pujados desde mi útero,
y cuando se cansa Neruda, de ser hombre…
Me gusta cuando tiembla
en tu iris un desnudo estruendo,
ayer quizás fue un sueño,
una orquestación de sinestesias,
tu mano contaba un cuento,
tus ojos tenían hambre,
tus pies eran como las nalgas
de un bebë,
los míos tenían callos, y no te diste cuenta.
Era
mi hambre de brazos quien te escuchaba
a veces,
yo escribí los versos más infelices,
¿recuerdas?
“Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.”
Tus veinte poemas de amor
sangraron por mis narices.
Me gusta cuando ardes
como un fuego forestal,
y yo a lo lejos, enciendo mi cigarrillo.
Me gustas porque fuiste
el arco y yo la flecha
_imagina con qué fuerza me perdiste de vista,
imagina con qué poder alcanzo a traspasar a tu noche
-infinita-
E. R. Aristy
Sin concesión alguna al halago fácil, aplaudo hasta la extenuación este soberbio poema.
Mi abrazo