El tren

[Margarita Mc Ewen]

Hoy me he vestido con la ropa de la luna,
la camisa bordada de soledad,
los zapatos agujereados por cometas de asombro.
Y recorro las ciudades
buscando trenes negros confundidos con el dolor.
Más allá de las crucigráficas calles el silbido
agudo y limpio
deshace el valle
abriendo su corazón en dos diáfanas mitades.
Mañana me pondré el abrigo que arropa el miedo,
buscaré al maquinista,
subiré al peldaño que me llevará a un cielo incierto,
y, seguro,
hay libre algún asiento.

Parece que nadie maneja a ese tren....tu lo vas a controlar y a llevar a hacer una funcion fundamental. Me gustan mucho tus imagenes.

Abrazos,
ERA

Bueno, lo maneja ese maquinista que busco. Esa es mi búsqueda. Un poco imposible. Gracias. Margarita.

[Margarita Mc Ewen]

Bello y profundo. Con esa carga de uno mismo
que no se despega nunca

abrazos

lázaro

Gracias Lázaro es un gusto tenerte aquí comentado mi poema. Margarita.

[Margarita Mc Ewen]

Gracias Gabriel, siempre hay otro asiento. Un saludo.

[Margarita Mc Ewen]

Gracias Israel, no creo que no encuentres abrigos de tu talla. Un saludo.

[Margarita Mc Ewen]

Gracias Hallie, hace unos años vivía cerca de la vía del tren. Su sonido llegó a obsesionarme porque mi casa era muy vieja y las desgastadas ventanas no podían aislar el traqueteo constante. Ahora la vida me sonríe un poco más y el tren, con su ir y venir queda lejos pero siempre en mi memoria. Un saludo.

[Margarita Mc Ewen]

Gracias Concha, muchas gracias por tus palabras. Un saludo. Margarita

[Margarita Mc Ewen]

Encantadores versos, un gusto haberlos leído. Mis saludos.

Gracias Javier, es un placer también para mí saber que has disfrutado con ellos. Un saludo. Margarita.