
Melancolía
Cuando la tristeza se queda con puño de sufrimiento,
cuando hierve el tiempo en reflejo de lo perdido,
cuando gritan y se desvisten las horas,
cuando la medianoche se sienta a contemplar
el espíritu revuelto,
cuando las calaveras se abren en pesados sueños,
es entonces, cuando los ojos se asoman a la lumbre
que se derrama en el rostro del presente.
Es llanto con rejas y en vértigo aullando,
es el sabor de la sal entre los dientes
con índice de carne a huesos
entre quejidos con alas temblorosas.
Disfrazada de muerte que dice adiós
al que vive la ruptura permanente
en desnudos de esperanza,
y aprende a deshojar el aire mismo
desde los sueños que adelgazan
las raíces del arrepentimiento,
desde la voz que despierta los sentimientos,
y en el fondo de la boca se llora sed y cansancio,
desde las palabras del silencio
despliega las telas oscuras los pasos quietos,
es entonces, desde el polvo del alma
el cielo gotea las sombras de la desventura.
Es un vaso en que bebieron las flores,
al mismo tiempo, de amargura y alegría,
y cubrieron con su traje de no me olvides
nuestra vida de espejos rotos.