Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto.
Georg Christoph Lichtenberg
No voy a pedirte nada Obrero
porque no tienes nada,
ven a mi con tu mano que trabaja
donde el sudor resbala en tu mano abierta
para un callado saludo en un gesto de fábrica
por el dolor de un libro quedado
en el cuerpo fulminado
por una de esa balas,
por la mentira de partido dividido
por el odio de la historia
que no perdona nunca en las mentes
que le temen al perdón
y sin razón
condenan al liberto,
los calabozos sin reposo
respiran sin aliento,
porque el aire puede ser un enemigo
para las dictaduras enfermas de paranoia
porque la mediática mentira
se entrona en un vacío discurso
que viaja de pueblo en pueblo.
No voy a pedirte nada compañero
sino que cierres los puñosy medites,
el sol puede ser otra vez nuestro .
Tu rostro envejecido por la mísera miseria
se refleja
en uno de esos charcos tomado como espejo.
Obrero que como un trueno vuelas al encuentro
y del acero de tu pecho como un sello
o de tu brazo de trabajo como un roble de fuerte
está sólo la muerte
si es que existe
aunque sé que...
! Nunca naciste para ellos !
lázaro
