
De tus ojos cautivo
ya desde mi pubertad, por instinto
sé que por ellos vivo
prendido a sus caprichos, como un cinto
de amor y laberinto.
Mi amor no es muy distinto
Al afán de otros, carnal, amativo.
Acre como mal tinto,
anhelo amor, que no es mi nativo,
de mujer suave, vivo.
Y tu boca es cultivo
de insinuaciones, de verbos recinto,
de salivar aire estivo.
Sombra, sin sermones de Terebinto,
Luna, noches, te pinto