no sé por cual tirar que no se asombre
del ávido deseo del yugo y el arado
en pos de remover la piedra inquieta y ser la afortunada
que hienda a contragolpe, la encía de tus manos.
Paséase el rastrillo quedando en aliso las veredas
¿cuál de todas? ¿cuál de ellas será fractal de Hausdorff-Besicovitch ?
Aparto extraños nombres y saco de mis hombros las mil piernas
que hagan a éstos pies bailar todas las hierbas
que visten los caminos ..... sabiendo la respuesta.
(Y a pesar de todo, me sigo preguntando qué ganas tendría Don Hausdorf de calentarse tanto la cabeza y si fue todo para darme pie a mí para un poema (egolatría que tengo¡¡¡)
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